Un coche de Fórmula 1 durante un gran premio en el Circuit de Barcelona-Catalunya / EP

Un coche de Fórmula 1 durante un gran premio en el Circuit de Barcelona-Catalunya / EP

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Holanda pone contra las cuerdas la continuidad de la F1 en Barcelona

El anuncio del Gran Premio de Zandvoort para 2020 va contra la renovación del contrato con el circuito de Cataluña

16 mayo, 2019 00:00

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La continuidad del Gran Premio de España de Fórmula 1, que desde 1991 se celebra en el Circuit de Barcelona-Catalunya, está contra las cuerdas. A la baja asistencia y a la retirada de las subvenciones que aporta el Ayuntamiento de Barcelona se suma ahora la noticia de que en 2020 Holanda acogerá un gran premio en el circuito de Zandvoort, situado a unos 40 kilómetros de Amsterdam, tras una ausencia de 35 años.

El contrato entre la multinacional norteamericana Liberty Media, accionista mayoritario de la Fórmula 1 desde 2016, y los responsables del circuito de Catalunya (el principal es la Generalitat de Catalunya) ha acabado este año. Oficialmente, ambas partes están negociando la renovación. 

COSTES ELEVADOS

Sin embargo, el hecho de que no se anunciase ningún acuerdo el pasado domingo, durante la celebración de la carrera, los elevados costes que el circuito catalán puede tener que pagar para acoger de nuevo la prueba -ahora paga 21 millones de euros anuales- y el descenso de espectadores juegan en su contra. La confirmación de que Holanda tendrá su prueba podría ser el toque final para que la Fórmula 1 abandone Cataluña. 

Junto a Barcelona, otros cuatro grandes premios –México, Monza, Hockenheim y Silverstone– acaban contrato este año. Uno de estos circuitos, en 2020, se quedará sin carrera. Según el presidente del Circuit de Catalunya, Vicenç Aguilera, la instalación tiene un impacto anual de 340 millones de euros y en solo tres días –los que dura la prueba– genera más de 3.000 puestos de trabajo.

4.000 ESPECTARES MENOS

Este año, las gradas del circuito de Montmeló presentaban un aspecto desangelado. El gran premio ha registrado 4.000 espectadores menos que en 2018, 87.511 frente a los 91.896 del año pasado, y nada hace presagiar que las cifras vayan a remontar. Desde que Fernando Alonso dejara de ser un aspirante al triunfo –ahora ya ni siquiera corre en la F1–, el número de asistentes ha ido claramente a la baja.

Por contra, Holanda, que ha firmado un contrato por tres años, ha recuperado el interés por F1 gracias al talentoso Max Verstappen, un piloto holandés de 21 años que en un futuro puede aspirar a ser campeón del mundo, y todo hace suponer que las gradas del circuito de Zandvoort se llenarán el próximo año.