Jordi Cardoner, vicepresidente del Barça, tiene coronavirus

Jordi Cardoner, vicepresidente del Barça, tiene coronavirus

Vivir en Barcelona

Cardoner, el heredero de Bartomeu

El vicepresidente primero sería el encargado de tomar el relevo si el presidente del Barça decidiera renunciar a su cargo

26 mayo, 2017 19:27

Noticias relacionadas

Días moviditos en Can Barça. Un final de temporada muy por debajo de lo esperado, unido a la encarcelación de Rosell por blanqueo de dinero y la exoneración de Laporta de la acción de responsabilidad, han vuelto a generar el rumor de fondo típico de los años más oscuros del club blaugrana. Algunos sectores del barcelonismo ya empiezan a cuestionar la idoneidad de Bartomeu como máximo responsable del club y una hipotética dimisión daría alas a su relevo natural, Jordi Cardoner.

El actual vicepresidente primero es un hombre tranquilo que de puertas adentro ya se ha ido posicionando como heredero de Bartomeu. También es el responsable del área social del club, normalmente la más amable porque se encarga de llevar la relación con los socios y las peñas. El mérito de Cardoner, nieto del mítico Nicolau Casaus, es que se mueve como pez en el agua entre los peñistas, un mundo que conoce de primera mano y que le permite estar al corriente de lo que sucede en las entrañas de la masa barcelonista.

UN CULÉ DISCRETO EN LOS NEGOCIOS

Cardoner viene de una saga barcelonista de toda la vida. Con solo dos días de vida su abuelo ya le había hecho socio. Y su hijo Josep Maria fue inscrito cuando ni siquiera había nacido, también a iniciativa de Casaus. Muy cercano a Bartomeu, con quien compartió pupitre durante toda su educación (desde primaria hasta la universidad), también mantiene una estrecha relación con Sandro Rosell, al que conoce desde 1991. En realidad sería la opción continuista perfecta para la junta actual.

Cardoner durante el VIII Encuentro de Peñas de Euskadi / Germán Parga/FCB

Cardoner durante el VIII Encuentro de Peñas de Euskadi / Germán Parga/FCB

A diferencia de muchos otros directivos, su presencia en el mundo de los negocios es más bien discreta. Después de vender la empresa familiar en 1997, Cardoner se ha mantenido como apoderado a pesar de que en los últimos años casi no ha tenido actividad. Actualmente es consejero delegado de Kids School, una empresa dedicada a la enseñanza de idiomas que hasta 2015 (último año con datos en el Registro Mercantil) tenía pérdidas. También es consejero delegado de la inmobiliaria JOELA y es consejero externo de otras cuatro empresas, una de las cuales, Cardoner Consulting, es propiedad de sus hijas.

PETICIONES DE DIMISIÓN

Los que no han perdido tiempo para criticar a la junta han sido los excandidatos a la presidencia del club, que por una vez se han puesto de acuerdo. El propio Laporta ha sido el más contundente: “Si tuviese una mínima vergüenza, Bartomeu tendría que dejar el Barça y no aferrarse al cargo sólo por ilusión”. Agustí Benedito y Toni Freixa, que también está imputado por el tema de los columbarios, han destacado que el reciente desfile judicial de personas vinculadas al Barça demuestra la incapacidad de la directiva para llevar las riendas del club y recuperar la buena imagen institucional.

En la situación actual, Bartomeu y su junta tienen varias opciones. La primera es aguantar el chaparrón y confiar en que se resuelvan los numerosos juicios pendientes (Neymar, Rosell, columbarios), esperando que los fichajes del verano y una mejora en los terrenos de juego ayuden a calmar los ánimos. Otra, seguramente la menos probable, es una dimisión en bloque y la convocatoria de elecciones, opción compleja y que a estas alturas causaría más problemas que otra cosa.

La tercera posibilidad, siguiendo los pasos de Sandro Rosell, sería que Bartomeu se sacrificara para salvar el proyecto de su junta directiva, en cuyo caso sería el vicepresidente primero, Jordi Cardoner, el que tomaría las riendas del Barça. Ironías del destino, si Bartomeu no es capaz de soportar la presión de tanto chasco deportivo y exposición mediática por los juicios, se marcharía de la misma manera que le permitió acceder al cargo por primera vez.