El cura más longevo de Barcelona se jubila

Valentí Balaguer, el cura de más edad en activo en Barcelona y uno de los más longevos de España se jubila a los 90 años después de 65 como sacerdote. La inmensa mayoría de este tiempo (61 años) los ha pasado en la parroquia de la Virgen de los Desamparados de L'Hospitalet de Llobregat, en el barrio de la Torrassa.

Según la provisión de nombramientos para el curso pastoral 2022-2023, el Arzobispado de Barcelona ha aceptado su jubilación canónica y será sustituido por Manuel Martínez, que compaginará el cargo con el de párroco de la iglesia de la Virgen de la Luz, también en L'Hospitalet. El cambio será efectivo con el inicio del curso pastoral, a partir del mes de septiembre, según han informado fuentes del Arzobispado a Efe.

UN REFERENTE EN LA TORRASSA

El padre Valentí Balaguer fue ordenado sacerdote en 1957, y llegó como vicario de la parroquia de los Desamparados del barrio de la Torrassa en 1961, hasta que en 1969 fue nombrado párroco de la misma, cargo que ha ocupado hasta la actualidad ininterrumpidamente. Durante los últimos años, ha tenido como vicario al sacerdote Joan Mundet, nacido en 1995, el cura más joven de la Archidiócesis de Barcelona, con el que se lleva 64 años de diferencia.

El padre Valentí supone un caso bastante excepcional dentro de la Iglesia católica, puesto que no es frecuente que un sacerdote haya estado asignado durante tanto tiempo a la misma parroquia y haya ejercido durante tantos años. El religioso es un referente en el barrio de L'Hospitalet, donde ha desarrollado una intensa labor pastoral y social en uno de los barrios más densos y multiculturales de Europa.

PLACA DE L'HOSPITALET

Por su acción social y pastoral en el barrio fue homenajeado hace unas semanas por la Comisión de Actos Culturales de la parroquia en un acto celebrado en el Auditorio de la Torrassa, donde recibió una placa de manos de la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, y se le asignó una butaca con su nombre.

Valentí Balaguer comenzó a frecuentar la iglesia de la que años más tarde acabaría siendo párroco cuando llegó al barrio de la Torrassa con tan solo 9 años, mientras acompañaba a su madre, y donde comenzó como monaguillo.