Tramo de la calle de les Camèlies, en el Baix Guinardó, en el que se produjo la avería / RP

Tramo de la calle de les Camèlies, en el Baix Guinardó, en el que se produjo la avería / RP

El pulso de la ciudad

Los cortes de luz en el Baix Guinardó se convierten en una pesadilla para los vecinos

Los residentes de la calle de les Camèlies sufren un problema crónico que se ha intensificado en los últimos días

2 diciembre, 2021 00:00

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La luz se ha convertido en un grave problema para algunos vecinos afincados en el barrio del Baix Guinardó, concretamente los que disponen de su vivienda en la calle de les Camèlies.

Estos residentes sufren cortes de luz intermitentes desde 2019, cuando la suma de una avería mal solucionada con la antigua instalación de la que dispone la zona comprometió el suministro de luz, convirtiéndose en un grave problema en el día a día de los vecinos.

Este martes la situación volvió a agravarse. Una avería en un transformador de Endesa ocasionó un nuevo corte de luz de varias horas durante la mañana, lo que ha agotado la paciencia de unos vecinos que reclaman a la compañía eléctrica una mejora urgente de las instalaciones para no volver a verse en esta situación.

FALTA DE MANTENIMIENTO

Fuentes vecinales explican a Metrópoli que las instalaciones de Endesa sufren una "falta de mantenimiento" que provoca los "cortes constantes" desde 2019, así como la falta de corriente eléctrica durante horas de este martes.

Estas fuentes explican que, actualmente, hay "postes con cables de aceite", así como transformadores en mal estado de los que sale un "humo tóxico" que afecta de forma directa a los residentes.

En este sentido, recuerdan que "la red eléctrica" del Baix Guinardó "es de las más antiguas de Barcelona", lo que facilita que los problemas de suministro se repitan con frecuencia y se haya provocado un gran "descontento" en el barrio.

Bomberos en el lugar de la avería / CEDIDA

Bomberos en el lugar de la avería / CEDIDA

VECINOS Y COMERCIANTES, SIN LUZ

Un residente a escasos metros del lugar de la incidencia asegura que su bloque fue uno de los afectados, y explica que duró "unas horas por la mañana". Este vecino recuerda que "hace dos años sí hubo un gran corte de luz" en el que "muchos vecinos se movilizaron" en forma de protesta.

En la misma calle de les Camèlies, una mujer cuyos padres también se vieron perjudicados por la avería asegura que este martes se produjo "un corte que duró mucho rato", concretamente desde primera hora de la mañana "hasta las 4 o las 5 de la tarde".

Las gerentes de un bar que se encuentra en la confluencia de esta vía con la calle de Sardenya, afirman que el corte del martes duró "más de dos horas", e insisten en los problemas que han tenido con la compañía eléctrica desde la avería de 2019. "Hace dos años estuvimos 15 horas sin luz, las neveras no funcionaban y tuvimos que tirarlo todo, nos costó más de 2.000 euros. Escribimos a Endesa y ni siquiera nos contestó", sentencian.

GRAVE AFECTACIÓN

En 2019, una avería idéntica también en la instalación del número 52 de la calle de les Camèlies tuvo una grave afectación para los vecinos de esta vía y otros de calles adyacentes hasta la avenida de la Mare de Déu de Montserrat. Más de 800 viviendas se quedaron sin suministro eléctrico durante más de 40 horas.

Confluencia de la calle de les Camèlies con la calle de Sardenya / RP

Confluencia de la calle de les Camèlies con la calle de Sardenya / RP

Esta situación movilizó a los residentes, que llevaron la situación hasta el Departamento de Industria tras sufrir cortes diarios, especialmente entre los días 19 y 25 de julio.

En cuanto a Endesa, los afectados exigieron que la compañía cumpliera el contrato de mantenimiento de la red, y denunciaron que la empresa no ofreció una información transparente sobre lo que estaba pasando. También se evidenció la falta de coordinación de la eléctrica con los operarios que trataban de solventar la avería. En aquel momento, Endesa optó por sustituir el transformador por otro aparato que, lejos de ser nuevo, estaba reacondicionado. Esta vez, los vecinos siguen esperando el fin de una pesadilla que les persigue desde hace más de dos años.