Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, conversa con Javier Faus, presidente del Círculo de Economía

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, conversa con Javier Faus, presidente del Círculo de Economía

El pulso de la ciudad

El Círculo de Economía pone a Colau frente al espejo de Portugal y París

El lobi empresarial reclama un plan de “prosperidad” compartido que posibilite un salto en Barcelona y en Cataluña con la ampliación del aeropuerto

13 octubre, 2021 11:00

Noticias relacionadas

Un espejo frente a la alcaldesa Ada Colau. El Círculo de Economía reclama un salto en Barcelona que aleje la percepción de decadencia que se vive en la ciudad. El lobi empresarial defiende un gran acuerdo de “prosperidad” compartido con las instituciones y la sociedad civil, después de constatar la “decepción” con el gobierno municipal de Barcelona y también con el Ejecutivo de la Generalitat que preside Pere Aragonès. La institución económica que preside el abogado y el empresario Javier Faus pide que se abandone el proyecto “ideológico” de Colau y se mire en las experiencias de Portugal o París, modelos que la propia alcaldesa señala en sus intervenciones públicas, pero que han apostado, como indica el Circulo de Economía, por la “colaboración público-privada” y por el “pragmatismo”.

El Círculo de Economía se ha pronunciado con una extensa nota para pedir la ampliación del aeropuerto de El Prat, que debe pasar por un “gran acuerdo entre todas las administraciones”, respetando el medio ambiente. “Es responsabilidad de todas las administraciones trabajar para que la ampliación del aeropuerto sea una realidad. El no hacerlo es de nuevo una irresponsabilidad, especialmente cuando la financiación está garantizada. Pedimos, por lo tanto, a las tres administraciones que vuelvan urgentemente a la mesa de diálogo sobre esta infraestructura básica, quizás una de las más importantes para la competitividad del país, y que lleguen a un acuerdo”, señala en la larga nota de opinión.

CHOQUE FRONTAL

La atención está puesta en Barcelona, que se considera una palanca esencial para la reactivación económica de toda Cataluña y para un cambio en el clima empresarial. El contraste se sitúa entre las políticas de la alcaldesa Anne Hidalgo en París, --elegida por Colau cuando cree que encaja con sus actuaciones—o del gobierno de Portugal con las políticas “ideológicas” del Ayuntamiento de Barcelona. La crítica es extensiva al Ejecutivo catalán, al entender que peca de ese mismo exceso ideológico.

Javier Faus, presidente del Cercle d'Economia / EUROPA PRESS

Javier Faus, presidente del Cercle d'Economia / EUROPA PRESS


Javier Faus, presidente del Círculo de Economía

El reproche es frontal: “A menudo las actuaciones se diseñan sin contar con la iniciativa privada y la empresa, o directamente van en su contra. Son modelos que no entienden que sin inversión privada es imposible transformar una realidad, y son ambiciosos en los derechos, pero nunca hablan de obligaciones. Muy a menudo son tácticos, coyunturales, para obtener un voto favorable en unos presupuestos o para diferenciarse del adversario político. Son modelos de corto recorrido, para contentar a los extremos. No tienen en cuenta las consecuencias, a veces no deseadas, de decisiones económicas, y pueden generar efectos peores que el problema que bien intencionadamente se quiere solucionar”.

CONTRA EL DECRECIMIENTO

Lo que se confronta en estos momentos en Barcelona guarda relación con el modelo económico. El equipo municipal de Colau apuesta por el “decrecimiento”, con la idea de que todo debe estar condicionado por la sostenibilidad. Ese es el punto que el Círculo de Economía ataca con fuerza, aunque señala que el crecimiento por el que apuesta debe ser “inclusivo”. Con la intención de empatizar con esa exigencia, se señala que “el Círculo siempre se ha mostrado muy sensible a esa realidad, pero la apología del decrecimiento es una irresponsabilidad que una economía europea abierta no se puede permitir. El decrecimiento no es creíble ni siquiera en el ámbito del cambio climático. En los países industrializados se está demostrando que se pueden compatibilizar el crecimiento económico y la disminución de emisiones”. Una enmienda a la totalidad, por tanto, al proyecto de Colau y de los comunes.

El ejemplo de París se ha elegido de forma consciente para situar a Colau ante ese espejo: “En la capital francesa nadie habla de decrecimiento. Dentro de este marco de crecimiento sostenible, la alcaldesa Hidalgo propicia la transformación de la ciudad reduciendo el tráfico: una ciudad más amable, verde y policéntrica, la ciudad de los quince minutos”, se señala, tras recordar que está preparando la red de metro más ambiciosa del Europa o que ha hecho una apuesta “decidida por la cultura, el turismo de alto nivel y la comunidad emprendedora”.

¿Y EL HOSPITAL CLÍNIC?

El espejo se amplía con Portugal y la ciudad de Milán, también referentes de Colau. La lectura del Círculo de Economía es muy diferente a la de la alcadesa de Barcelona. “Portugal y la ciudad de Milán son otros ejemplos de colaboración público-privada, de complicidad entre administraciones gobernadas por el centro-izquierda y la sociedad civil para lograr un modelo de prosperidad donde la productividad, el crecimiento económico y la sostenibilidad vayan de la mano”. Y se defiende también el modelo de "centralidad" de Alemania, donde no se cuenta con los extremos.

Con el ánimo de recuperar lo perdido, el Círculo de Economía, que se ha tomado su tiempo para elaborar una nota que va más allá de pedir la ampliación del aeropuerto del Prat, reclama un plan “urgente” de prosperidad compartida en cinco grandes ámbitos, como el rediseño del modelo turístico, la digitalización, el modelo energético, ciencias de la vida y un impulso a la industria. Pero entra en cuestiones concretas: “Nos encontramos con la falta de coherencia entre palabras y hechos. La ampliación del Hospital Clínic lleva diez años paralizada. ¿Cómo es posible que ni con el Covid ni con los fondos europeos se ha podido reactivar? ¿No hubiera sido más coherente con la estrategia de ciudad haber dedicado el solar de la Modelo a la construcción del Clínic del siglo XXI?”.

Con el ánimo de recuperar lo perdido, el Círculo de Economía, que se ha tomado su tiempo para elaborar una nota que va más allá de pedir la ampliación del aeropuerto del Prat, reclama un plan “urgente” de prosperidad compartida en cinco grandes ámbitos, como el rediseño del modelo turístico, la digitalización, el modelo energético, ciencias de la vida y un impulso a la industria. Pero entra en cuestiones concretas: “Nos encontramos con la falta de coherencia entre palabras y hechos. La ampliación del Hospital Clínic lleva diez años paralizada. ¿Cómo es posible que ni con el Covid ni con los fondos europeos se ha podido reactivar? ¿No hubiera sido más coherente con la estrategia de ciudad haber dedicado el solar de la Modelo a la construcción del Clínic del siglo XXI?”.


FISCALIDAD PARA ATRAER TALENTO

Una de las cuestiones centrales que preocupa a las empresas en Barcelona es la captación de talento. Para ello se debe favorecer, a juicio del Círculo de Economía, una fiscalidad más atractiva, que posibilite que ese talento se quede en la ciudad. Y, de nuevo, se coloca a Colau frente al espejo de otros gobiernos progresistas, aunque la intención es también hacer reaccionar al gobierno de Pere Aragonès: “Cataluña puede seguir el ejemplo de Portugal, un país gobernado por la izquierda que ha convertido la atracción de talento en una prioridad, un país que ha hecho suyo el lema de ‘país emprendedor’, abierto a la empresa, la innovación, la inversión y el talento. Desde hace unos años Lisboa es un competidor muy serio para Barcelona, como también lo es Milán. Son ejemplos de políticas públicas que favorecen o perjudican la apuesta por convertirse en un país puntero en los sectores que precisamente las administraciones han identificado como prioritarios”.

Con ello, el Círculo de Economía busca influir en las estrategias de las políticas públicas del Ayuntamiento de Barcelona y del Govern de la Generalitat, desde la asunción de que el mundo económico “no puede ser extractivo” y debe ser un pilar de la “necesaria sostenibilidad”, pero con la convicción de que existe un “exceso de ideología” que impide “la prosperidad” tanto en Barcelona como en Cataluña.