Un coche de VTC estacionado y su chófer en una calle de Barcelona / EFE

Un coche de VTC estacionado y su chófer en una calle de Barcelona / EFE

El pulso de la ciudad

Las terribles condiciones de los chóferes de VTC llegan al juzgado

Directivos de Vector Ronda han sido denunciados por sus propios conductores por delito social, coacciones y detención ilegal

27 octubre, 2021 00:00

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El juez comenzó a llamar a declarar el pasado jueves a varios directivos de compañías de VTC que operan en Barcelona a los que sus trabajadores han denunciado por diversos delitos que van desde hacerles trabajar como taxistas sin serlo hasta detención ilegal. Los denunciados son Fernando Gatell, Javier de Pablos, Beatriz Nogués, Marcos Izquierdo, Felipe Navío y Elena Mejía. Paralelamente, también han sido denunciadas las compañías JTT Hiring ETT, Vector Ronda Teleport Barcelona y Forever Tours Dream. Además de las demandas de las compañías de taxis, pues, a los operadores de coches de alquiler con conductor se les añade ahora la acusación de sus propios trabajadores.

La querella fue presentada a finales del 2020 y admitida a trámite el pasado mes de enero, pero las empresas presentaron recurso. El pasado 26 de julio, la Audiencia rechazó la apelación de las compañías y ordenó continuar con las diligencias. Fruto de ello es el comienzo de toma de declaraciones a los directivos querellados, mientras que el próximo 29 de octubre se tomará declaración a los representantes de las empresas implicadas.

EJERCER DE TAXISTAS SIN SERLO

Según los trabajadores de Vector Ronda, “se imponía a los querellantes los precios a cobrar por la prestación de cada servicio, los cuales cambiaban constantemente según criterios que los querellantes ignoran (…) En definitiva, la fijación de estos precios para cada servicio no se atiene a ninguna lógica, de tal modo que la contraprestación para un idéntico trayecto puede llegar a duplicarse, sin que se detecten circunstancias diferentes en la densidad del tráfico o la demanda de servicios”.

También se quejan de que “la empresa, a través de sus directivos, presionaba a los querellantes para que su productividad se incrementase, exigiéndoles que realizasen un creciente número de servicios. Para conseguirlo, les imponían que estuvieran circulando permanentemente por el área metropolitana de Barcelona como si fueran taxistas a fin de que, demandado el servicio digitalmente por el usuario, el mismo se prestase, no bajo precontratación, sino con la mayor brevedad de tiempo posible, teniendo la inmediatez de la respuesta propia del taxi”.

12 HORAS DIARIAS Y SIN DESCANSO SEMANAL

Según los empleados de Vector Ronda, el 80% de los servicios urbanos se prestaban con un intervalo de respuesta de menos de cinco minutos y, en ocasiones, tardaban menos de un minuto en recoger al cliente tras la demanda del servicio. “Al obligar a circular con el VTC permanentemente por la ciudad, era fácil que se localizara un vehículo muy cercano respecto al lugar donde se encontraba el cliente. Para consumar esta estrategia, la empresa impuso a los querellantes circular durante unas 60 horas semanales por el área metropolitana, o durante espacios de tiempo incluso superiores si era preciso”, relatan los trabajadores. Añaden que los directivos de las empresas les presionaban y forzaban constantemente “para que se vulnerasen las normas de precontratación, incrementando así la productividad”, aún a sabiendas de que no podían funcionar como los taxistas. Lo peor era que “si los querellantes no se adaptaban a estas circunstancias, se les despediría por no alcanzar los objetivos deseados por la empresa”. Por si fuera poco, se les hacía circular preferentemente “por las áreas de mayor concentración de potenciales clientes”.

Un conductor de un VTC limpia su coche en Barcelona / EFE

Un conductor de un VTC limpia su coche en Barcelona / EFE


Otra de las acusaciones es la de hacerles trabajar durante 12 horas diarias y, en ocasiones, sin ningún descanso semanal, al mismo tiempo que se les denegaba el derecho a vacaciones, asistir al médico o disfrutar de cualquier permiso. “Los objetivos de productividad de Vector Ronda eran muy severos y carentes de toda lógica”, aseguran en su querella.

OBLIGACIÓN DE MANIFESTARSE

En cuanto a la política de empresa, los conductores denuncian las coacciones de los mandos o encargados. “En caso de paro empresarial, los querellantes debían sujetarse a lo que ordenase la empresa, so pena de ver mermada su nómina por incomparecencia al lugar de trabajo. Se les obligó a ser parte activa del conflicto -aseguran respecto al conflicto que enfrentó a las compañías con el sector del taxi y con las Administraciones-. En un paro empresarial, se ordenó a los querellantes que estacionaran el vehículo asignado en la avenida Diagonal de Barcelona, invadiendo ilegalmente el espacio público. Durante otro paro empresarial, también en Barcelona en el año 2019, se les impuso que captasen firmas de usuarios en apoyo de los VTC, en pro de que no se limitasen los servicios a la ciudad de Barcelona”.

En ese conflicto, se obligó a los chóferes a manifestarse en defensa de la empresa. El 21 de enero de 2019 “la empresa exigió manifestarse en la plaza de Sant Jaume, uniformados, portando pancartas con textos reivindicativos de la empresa en diversos idiomas, impresos por mandos y empleados de la misma. Con fecha de 9 de febrero de 2019, uniformados y con las citadas pancartas, los querellantes fueron obligados a concurrir a un mitin del partido ERC frente a las cámaras de televisión, en la plaza Assemblea de Catalunya. No tenían más remedio que obedecer estas órdenes de la empresa, pues si no concurrían al acto, lo que se constataba mediante control de firmas, sufrirían mermas en sus ingresos”.

400 CHÓFERES ENCERRADOS CON CANDADO

La querella relata también que entre los días 24 y 28 de febrero de 2019, con ocasión del salón MWC “la empresa obligó a los querellantes a participar de forma activa en una protesta empresarial, imponiéndoles que, para vulnerar la normativa recién aprobada por la Generalitat de Cataluña estableciendo un tiempo de precontratación de 15 minutos a los VTC, formasen grupos de trabajadores infractores de la nueva regulación. La empresa incluso impartió a algunos conductores cursos de formación en uso de redes sociales, obligándoles a difundir publicidad positiva en favor de la empresa”.

Tras aprobarse la normativa de la Generalitat, Vector, según la querella, prohibió a los conductores discutir su situación laboral dentro de las instalaciones de la empresa. “El 12 de marzo de 2020, reunidos los querellantes en instalaciones de la empresa Vector Ronda en Barcelona, sobre las 14.45 horas entró en la sala el señor Fernando Gatell quien, visiblemente irritado, ordenó suspender de inmediato la reunión. Al poco tiempo, sobre las 15.15 horas, varios trabajadores intentaron salir del recinto, pero un coordinador de Vector, Juan Segarra, les ordenó que no saliesen. Pocos momentos después, el señor José Sánchez procedió a cerrar con un candado la puerta de la sala a fin de conseguir que los trabajadores no pudiesen salir de la misma. En estos momentos, se hallaban en ese recinto unas 400 personas encerradas”. Uno de los conductores llamó desde allí mismo a su abogado y a los Mossos d’Esquadra, que llegaron sobre las 17.30 horas y levantaron acta.

Por esas actuaciones, los trabajadores achacan a la compañía delito contra los derechos de los trabajadores o delito social, detención ilegal y coacciones.