Los Bomberos de Barcelona avisan: “Podría ser un verano complicado en Collserola”

Los bosques de Collserola han ardido cuatro veces en los últimos dos meses. No es una situación inédita, pero son cifras que deberían preocupar, según explica el portavoz de CCOO de los Bomberos de Barcelona, Oriol Salvador. El sindicalista avisa de que estos fuegos podrían anunciar un “verano complicado” en el Parque de Collserola. Este junio, el cuerpo de Bomberos de la ciudad ha iniciado la campaña forestal para evitar los incendios en 1.800 hectáreas del parque.

“Estos cuatro fuegos nos están dando una información. Debemos plantearnos qué bosque queremos porque el cambio climático tiene un efecto y los bosques que conocemos hoy en día quizá no existan en unos años. ¿Qué queremos como sociedad? ¿Queremos estos bosques?”, se pregunta Salvador. El bombero explica que estos incendios indican que la sierra barcelonesa ha “acumulado combustible a punto para quemar”.

SEQUÍA Y LLUVIAS

La sequía, cada vez más intensa, y las lluvias del año pasado con fenómenos como el temporal Gloria, han contribuido a este escenario inestable. Las lluvias tienen un impacto en el crecimiento de nuevas hierbas que actúan como combustible fino. La leña seca, a su vez, lo hace como un combustible potente. Salvador subraya la importancia de intervenir en el bosque de Collserola para evitar que un incendio afecte a toda la sierra. Apunta a la necesidad de vaciar de masa forestal el bosque mediante el conreo, la tala de árboles y el pasto. “Volver a la esencia”, señala.

El bombero asegura que desde hace unos meses se permite el pasto de animales en la montaña barcelonesa, una práctica prohibida hasta ahora. “Si pastas eliminas combustible fino, si cultivas rompes la continuidad del bosque y si quitas leña eliminas el combustible grueso”, ilustra el portavoz sindicalista.

Incendio en Collserola / DAVE

Los principales responsables de Bombers de Barcelona, así como su jefe política, el regidor de Seguridad, Albert Batlle, han anunciado este lunes que la campaña de este verano será más “activa” que la del 2020. Durante la última campaña ardieron 0,3 hectáreas en nueve incendios, una cifra que contrasta con las 4,25 hectáreas calcinadas en las últimas semanas. “No tiene porque haber más incendios, pero no podemos bajar la guardia”, ha afirmado Batlle.

4,25 HECTÁREAS QUEMADAS

Tres de las 4,25 hectáreas de bosque perdidas ardieron el 26 de abril. El fuego se originó cerca del camino de Finestrellas y nueve dotaciones actuaron en la zona para sofocar las llamas. Los bomberos también contaron la ayuda de un helicóptero.

Batlle y Sebastià Massagué,  director del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS), coinciden con Salvador en señalar la acumulación de combustible en el bosque. En esa línea, preocupan las olas de calor y los previsibles episodios de incendios. La jefa de guardia de Bombers de Barcelona, Clara Latorre, enfatiza que los fuegos de la precampaña avisan de que el verano de 2021 será más activo por la acumulación de combustible forestal, la memoria de la primavera lluviosa del año pasado y las previsiones de un verano más seco y cálido que el del 2020.

RECONOCIMIENTO DEL TERRENO

Los bomberos realizan actuaciones desde finales de abril para prevenir posibles incendios en Collserola. Ahora, estas medidas se intensifican con la llegada del calor. Los efectivos realizan reconocimientos y recorridos diarios programados para reconocer accesos, identificar caminos y comprobar el estado de hidrantes de incendio. El Ayuntamiento aborda una campaña de comunicación dirigida a las personas que residen y visitan las zonas forestales con el fin de incidir en su colaboración para mantener estos espacios libres de incendios, hacer un buen uso del entorno y dar a conocer los pasos a seguir ante un incendio forestal.

El portavoz de CCOO de Bombers de Barcelona señala que este verano el cuerpo afronta la campana en mejores condiciones por un aumento de la plantilla. Aun así, Salvador apunta a la necesidad de cambiar el enfoque de las políticas de gestión forestal de los últimos años, demasiado enfocadas al "proteccionismo" y apuesta por una mayor "explotación del bosque" mediante el pasto de animales, cultivos y una gestión de la leña.