Imagen de turistas en el aeropuerto de El Prat esperano la salida de su vuelo

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El pulso de la ciudad

Barcelona Global reclama un pacto por el turismo que impulse toda la ciudad

La entidad, que preside Aurora Catà, apuesta por un plan “público-privado” que integre a todos los actores, tras consultar a más de 30 expertos

3 noviembre, 2021 00:00

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La entidad Barcelona Global lleva meses enfrascada en un trabajo de largo recorrido para ofrecer un plan sobre el turismo de la ciudad. El objetivo es potenciar el talento que ha posibilitado el empuje de las empresas tecnológicas, atraerlo, pero también retenerlo, y ese talento pasa por una experiencia previa: el conocimiento de la ciudad, que, en muchas ocasiones, llega después de una visita turística. Para ello, el lobby que preside Aurora Catà, ha consultado a más de 30 expertos del sector hotelero, del comercio, la movilidad, la restauración, y relacionados con los equipamientos culturales, para ofrecer distintas medidas que impulsen la ciudad sin que sea percibido como un ataque a nadie. “Todos deben verse involucrados, y las medidas son transversales”, destacan fuentes de la entidad.

El plan, que está previsto que se presente este miércoles, pasa por diez medidas concretas que vayan en consonancia con un turismo de calidad, “competitivo y que sea motor para una ciudad de talento”, señala la entidad. Una de las medidas, y por ello se ha trabajado con expertos en el comercio local, señala que una ciudad como Barcelona debe defender y ensalzar un comercio “propio”, distinguido, que rompa con la imagen de que todas las grandes ciudades tienen la misma oferta comercial. El tejido comercial “propio”, debe ser uno de los ejes para el turismo de Barcelona.

TRANSFORMAR EL PEUAT

La otra gran idea es que la administración pública, en este caso el Ayuntamiento de Barcelona que dirige la alcaldesa Ada Colau, permita la inversión “en zonas comunes” en los hoteles. Eso, que se consideraría una operación ‘integral’ no está permitida tras la aprobación del Plan Especial Urbanístico de Alojamiento Turístico (PEUAT), que, sin embargo, anuló el TSJC. El mismo tribunal no admitió a trámite el recurso de casación que el consistorio interpuso contra la sentencia que anuló en 2019 el plan del Ayuntamiento. Lo que pide Barcelona Global es reformarlo, buscar la fórmula para que las inversiones previstas y las que pudieran llegar encontraran un camino para realizarse.

La nueva presidenta de Barcelona Global, Aurora Catà, y el presidente saliente, Pau Guardans /  BARCELONA GLOBAL

La nueva presidenta de Barcelona Global, Aurora Catà, y el presidente saliente, Pau Guardans / BARCELONA GLOBAL

Aurora Catà, presidenta de Barcelona Global y su predecesor, Pau Guardans 

El lobby, en el que participan grandes empresas y socios corporativos, entiende que, tras la pandemia, se debe repensar el modelo turístico de Barcelona, aunque ya en 2019 se producían las mismas condiciones. “El ‘no’ al turismo no es ninguna opción, lo que se debe hacer es reorientarlo, hacerlo más atractivo y dirigido”, se apunta desde la entidad, con la idea de que todas las nuevas herramientas tecnológicas de las que se dispone facilitan ese objetivo, en especial respecto a la oferta cultural de Barcelona.

COMPROMETER A TODA LA CIUDAD

Aurora Catà y el director general de la asociación, Mateu Hernández, tienen previsto lanzar ese paquete de medidas que se han elaborado tras más de 40 horas de entrevistas con 25 de los principales actores privados del turismo de la ciudad, además de contar con 30 expertos ligados a los diferentes sectores que están relacionados. Lo que indica Barcelona Global es que no hay un sector turístico aislado, sino que toda la ciudad debe comprometerse con una oferta que pone en solfa la movilidad, el comercio, las escuelas de negocio, las empresas tecnológicas, los equipamientos culturales, la administración local y los hoteleros.

Y una de las consideraciones que se mantienen de fondo es la frustrada inversión de la cadena de hoteles Four Seasons, que sí se instaló en Madrid. En el caso de Barcelona, el emplazamiento que se había elegido, la sede de la antigua Torre Deutsche Bank, ha dado pie ahora a la construcción de 34 viviendas de lujo, que no podrán substituir las sinergias de un hotel de alto nivel adquisitivo, con el turismo que hubiera podido atraer.