Barcelona gasta 800.000 euros extra en limpiar grafitis de la ciudad

El Ayuntamiento de Barcelona ha ampliado este septiembre los equipos de limpieza de pintadas callejeras, lo que supone un gasto extra de unos 800.000 euros en la contrata de este servicio. Metrópoli se ha hecho eco en diversas noticias y reportajes del aumento de grafitis en la ciudad, sobre todo en el centro. Los vándalos no tienen compasión, y no tienen reparos en destrozar inmuebles protegidos, como la Basílica de Santa Maria del Pi, de estilo gótico del XIV; la iglesia de la Mare de Déu de Betlem, de estilo barroco, construida entre 1680 y 1729; la Real Academia de Medicina de Cataluña, ejemplo de arquitectura neoclásica, o el Hospital de la Santa Creu, del siglo XV.

Ahora, el Gobierno de Ada Colau reacciona y destina más recursos para paliar la imagen de suciedad y degradación de algunas zonas de Barcelona.  En un comunicado, el consistorio detalla que, desde comienzo de mes, 32 equipos de limpieza (seis más que hasta ahora) de dos personas trabajan de lunes a sábado mientras otros cinco estarán operativos los domingos, en horario de mañana y tarde.

Puertas del Almirall, repletas de grafitis / METRÓPOLI

ZONAS DE REFUERZO

Cuatro de los equipos trabajan en Ciutat Vella, sobre todo en el Raval y en el Gòtic, mientras otro lo hará en el Poble-Sec y otro más en Gràcia. Todos dispondrán de furgonetas de hidrolimpieza. Estos equipos darán prioridad a la limpieza de pintadas, con productos específicos y agua, sobre todo en paredes de edificios no catalogados, aceras y calzada.

27.000 LIMPIEZAS EN VERANO

Según los datos del Ayuntamiento, en los tres meses de verano se han realizado más de 27.000 limpiezas de pintadas en la ciudad, de ellas 9.700 en Ciutat Vella. Durante el año 2021 se hicieron 115.092 intervenciones y se limpiaron 279.422 metros cuadrados de fachadas, mientras que en 2022 ya se llevan hechas 77.417 intervenciones y se han limpiado 190.110 metros cuadrados.

"El objetivo principal de esta ampliación de la contrata de pintadas en Barcelona -indica el comunicado- es la mejora del paisaje urbano y la percepción del espacio público. De esta manera se quiere que el servicio sea más flexible y se pueda actuar más rápido en las zonas más problemáticas".