Badalona llega a un acuerdo para trasladar la fábrica de creación cultural

El Ayuntamiento de Badalona ha alcanzado un acuerdo con dos entidades de la fábrica de creación cultural MOBBA para trasladarlas a ubicaciones municipales alternativas tras la orden de desalojo de la finca, cuyos artistas deberán abandonar el inmueble antes de que finalice el mes de marzo.

Según un comunicado del consistorio, Amics del Pessebre de Badalona podrá continuar su actividad en la sala de Exposiciones El Refugi, mientras que la compañía Petit Bombay podrá hacerlo en un local municipal adscrito al servicio de Cultura.

UBICACIONES MUNICIPALES ALTERNATIVAS

El resto de empresas que hasta ahora trabajaban en la MOBBA, que son de titularidad privada, tendrán que dejar las instalaciones después de haber pactado ya con el Ayuntamiento una prórroga, que vence el próximo 31 de marzo.

Paralelamente, el alcalde, Xavier García Albiol, se ha reunido este jueves con representantes de la Fundació Èpica de la Fura dels Baus para "continuar trabajando en el desarrollo de un espacio en la ciudad que actúe como catalizador del talento cultural".

De hecho, la fábrica de Muebles Rojas, donde se ubica la Fundació Èpica, fue una de las potenciales ubicaciones que se planteó para trasladar a los artistas de la MOBBA, donde tienen su sede desde 2005, pero la instalación de la Fura dels Baus en ese mismo espacio acabó frustrando el plan.

DESALOJO DE MOBBA

El desalojo de la MOBBA se remonta a 2014, cuando el ayuntamiento expropió el inmueble, al que se habían trasladado varias compañías teatrales y artista años antes, para derrumbarlo y construir un parque.

Desde entonces, los artistas han continuado su actividad en una especie de limbo legal, haciéndose cargo de los suministros y de pequeñas reparaciones, con la sombra del desalojo planeando pero sin que el consistorio diera una solución definitiva.

No ha sido hasta finales del pasado diciembre cuando la polémica en torno a la MOBBA ha vuelto a coger fuerza a raíz del incendio de la nave ocupada del Gorg, en la que fallecieron cuatro migrantes, lo que ha puesto en el punto de mira las deficientes condiciones de algunos inmuebles de la ciudad y ha alentado las quejas vecinales.