Puente sobre el parque del Llobregat, en Sant Feliu / RP

Puente sobre el parque del Llobregat, en Sant Feliu / RP

Gran Barcelona

Alerta en Sant Feliu por el incremento de los botellones

Los vecinos protestan por el aumento de esta práctica en diversas localizaciones de la ciudad

26 junio, 2021 00:00

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El final del toque de queda y la llegada de la temporada estival, se ha convertido en un peligroso cóctel que ha detonado en forma de incivismo generalizado en Barcelona.

La supresión de restricciones después de meses con limitaciones muy estrictas para controlar la pandemia, ha dado paso a todo tipo de fiestas, botellones y otros actos incívicos en la capital catalana que han dejado estampas que encajan con el repunte de casos de coronavirus que se está viviendo durante los últimos días.

Otros municipios metropolitanos, como Sant Feliu de Llobregat, tampoco se han librado de esta tendencia. Los botellones se han multiplicado en diversas zonas de la ciudad, y los vecinos reclaman que se ponga fin a estos peligrosos encuentros en un momento en el que la situación sanitaria continúa siendo delicada.

PARQUE DEL LLOBREGAT

Uno de los puntos señalados por los residentes es el parque del Llobregat. En sus tres hectáreas de extensión, el parque se ha convertido en uno de los lugares donde más se llevan a cabo estos botellones.

Acceso al parque del Llobregat / RP

Acceso al parque del Llobregat / RP


Así lo explica una vecina de la zona, quien opta por mantener el anonimato al asegurar que el recinto se ha convertido en todo un "desmadre". "Hay fiestas muchos días, botellones con muchos jóvenes y a veces aquí no hay quien duerma", relata. Respecto a la acción policial para disuadir estos encuentros, esta residente lamenta que "llamas y no pasa nada, y si viene la policía al rato que se van los vuelves a tener ahí".

Antonio, otro vecino de Sant Feliu, explica que a él no le "causan molestias por las noches" debido a que su vivienda está algo alejada del espacio, pero incide en la suciedad que encuentra en el parque durante las mañanas de los fines de semana en las que va a pasear a su perro: "Estas semanas he visto muchas latas por el suelo y cristales. Esto no puede estar así, aquí vienen dueños con sus perros y familias con niños, y esto es peligroso", remarca.

PARQUE DEL VUIT DE MARÇ

Entre los emplazamientos en los que los botellones son más comunes, se encuentra también el parque del Vuit de Març. Ubicado a medio kilómetro de la Ciudad Deportiva Joan Gamper, es un emplazamiento frecuentado constantemente por jóvenes del municipio.

Parque del Vuit de Març / RP

Parque del Vuit de Març / RP


"Aquí los botellones solo han parado cuando no se podía salir de noche. Ahora ya han vuelto todos los fines de semana", explica un vecino que reside en una calle cerrada. "Siempre se juntan muchos chicos jóvenes que pueden estar horas si nadie les dice nada", lamenta el residente.

Desde la Associació de Veïns Roses de Llobregat confirman esta versión. Aseguran que, "a través de algún vecino", son conocedores que "desde el final del toque de queda han aumentado los botellones", así como que "la policía y el Ayuntamiento tienen constancia de ello". El colectivo vecinal indica que "es una plaza que frecuentan mucho los jóvenes desde que se hizo hace dos años", cuando dejó de ser "un descampado". La asociación también lamenta que, pese a que "cuando llega la policía la cosa se calma", los chicos "vuelven" en cuanto los agentes se van.

SANSON

La carretera Sanson es una vía histórica de Sant Feliu. Cobra este nombre porque en su final se ubica la antigua fábrica de cemento que lleva esta misma denominación. Como industria histórica del Baix Llobregat, la estructura tubular que funcionaba como cinta transportadora y conectaba el Puig d'Olorda con Sant Feliu es todo un elemento de patrimonio industrial que forma parte del skyline de la comarca.

Restaurante abandonado de la carretera Sanson / RP

Restaurante abandonado de la carretera Sanson / RP


Años después del final de su actividad, la zona acoge el incivismo en forma de botellones a escasos metros de un restaurante abandonado y el inicio de un sendero de Collserola. "El ruido no nos llega a los vecinos, pero sigue habiendo covid y la policía no debería permitir que se hiciera botellón", remarca un residente.

Desde la Associació de Veïns de La Salut, destacan que los botellones han llegado "con el final del toque de queda", y subrayan que debido a la "presión policial a nivel de barrio" los jóvenes escogen dicha zona porque "están más apartados". Además, recuerdan que junto al punto de reunión hay "una gasolinera abierta 24 horas", por lo que les resulta "más cómodo" en caso de querer realizar una compra sin desplazarse del lugar.