Cada vez es más difícil coger un taxi por la noche en el aeropuerto de Barcelona. Especialmente a partir de las 00:00 horas, cuando la L9 del metro deja de operar y los auxiliares que organizan las colas en la parada de taxis terminan su jornada laboral.

Así lo explica este martes La Vanguardia, que señala que en ocasiones se generan colas superiores de los 30 minutos para esperar un taxi en el Prat. La situación se complica todavía más cuando algunos vuelos llegan con retraso. Entonces los pasajeros que llegan a Barcelona y esperan un taxi se multiplican, y las colas también son más largas.

Según denuncia Tito Álvarez, portavoz del sindicato mayoritario Élite Taxi, la parrilla y la parada están a un kilómetro de distancia entre ellas, por lo que "sin los auxiliares transmitiendo la información, los taxis avanzan de cualquier modo y acaban atascados en la autopista. No estamos ofreciendo una buena imagen de la ciudad". Una realidad que es cada día peor, sobre todo los fines de semana, cuando aumenta el número de viajeros.

AENA ASEGURA QUE LOS PROBLEMAS SON PUNTUALES

Aena, en cambio, asegura que los problemas son solo puntuales y que los servicios del aeropuerto se dimensionan en función de la demanda. Señalan también que "durante el día no se están produciendo más colas que antes".

Durante las vacaciones de Semana Santa ya se pudo comprobar el colapso formado en la zona de recogida de pasajeros de la T1. Álvarez denunció entonces una falta de gestión por parte de Aena, aunque remarcaba que la problemática "sucede siempre". Pincha aquí para ver el vídeo del caos en el aeropuerto del Prat.

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