La Línea 9 ha costado casi 5.000 millones más de lo previsto

La Sindicatura de Cuentas ha emitido un informe de fiscalización de la línea 9 del Metro de Barcelona, que muestra que ha supuesto un importante sobrecoste. A 31 de diciembre de 2016, este alcanzaba el 251,5 % del coste de los encargos previstos inicialmente.

En principio los encargos debían costar 1.967,46 millones de euros, pero en 2016 esa cifra se superaba en 4.949,01 millones. Además, este órgano fiscalizador apunta que el plazo de ejecución de las obras se había excedido en 10 años y aún no estaban acabadas.

Trabajos en el túnel de la L9, a su paso por el Guinardó / EUROPA PRESS

La construcción de la L9 fue encargada por la Generalitat a la empresa pública de infraestructuras Gisa en el año 2000. En el año 2003, coincidiendo con el inicio de las obras, el Govern atribuyó a Ifercat —empresa administradora de las infraestructuras ferroviarias de la Generalitat— el carácter de administrador único de la L9 y responsable de su construcción y mantenimiento.

INFORMES

En su actividad fiscalizadora, la Sindicatura de Cuentas ha emitido un total de 16 informes de regularidad sobre las empresas Gisa e Ifercat, correspondientes a los ejercicios del 2000 al 2014, con el objetivo de revisar las cuentas anuales y del cumplimiento de la legalidad en materia de contratación administrativa.

En el informe, la Sindicatura destaca, entre otras cosas, que la Oficina Técnica de Evaluación, desde junio de 2011 hasta noviembre de 2015, era la responsable de evaluar las ofertas presentadas por los licitadores y de elevar la propuesta a la mesa de contratación. Entre las observaciones realizadas, la Sindicatura cuestiona su trabajo.

Mapa de la L9

AÚN POR ACABAR

La línea 9 del metro tiene que unir Santa Coloma de Gramenet y Badalona con la Feria de Barcelona, la Zona franca y el Aeropuerto del Prat. No obstante, actualmente solo funciona en sus tramos norte y sur. Queda pendiente de ejecutar, por tanto, el tramo entre La Sagrera y la Zona Universitaria y que tiene que transcurrir por barrios como Sarrià, que actualmente no tiene servicio de metro.

La Generalitat está pendiente de un crédito de 740 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones para reiniciar los trabajos, en principio concedido con la condición de que el Govern aprobara nuevos presupuestos y dejara de aplicar los prorrogados.