Guerra entre ricos por la ampliación de El Prat

La Ricarda, en el punto de mira. Las familias adineradas del espacio natural afectado por la propuesta de ampliación del Aeropuerto se debaten entre vender sus codiciados terrenos o no. De momento, los acaudalados propietarios del enclave descartan acudir a la vía judicial para detener la obra.

Según avanza Crónica Global, los dueños de las antiguas villas de veraneo dudan entre desprenderse de ellas o no hacerlo ante el inminente crecimiento de El Prat y, en particular, del alargamiento de la tercera pista, que se comería la laguna de La Ricarda, la pieza más conocida de la reserva natural.

"ESTRATEGIA ÚNICA Y CONJUNTA"

David Espinós Gomis, portavoz de la familia, ha asegurado que alguna pata de la estructura familiar podría desear la venta de su chalet, pero ello no oculta la “estrategia común” frente a la propuesta de ampliación. "No entraremos a valorar posturas individuales de alguna de las ramas de la familia –Espinós admite que uno de los díscolos acudió a los medios para buscar amparo–;  lo importante es que hay una estrategia única y conjunta”, insiste.

La Ricarda, la casa diseñada por Antoni Bonet Castellana

DESCARTAN LA VÍA JUDICIAL

La saga Gomis desea conservar sus activos en La Ricarda pese a que planea sobre ellos un proyecto de ampliación que cuenta con el permiso de Gobierno y Generalitat, aunque no con el del Ayuntamiento de Barcelona. "No se trata solo de Marita Gomis [heredera de la Casa Gomis Bertrand, la más conocida de la reserva], es toda la familia que irá a una", explica la misma voz.

A la espera de las acciones de los ecologistas con el pacto entre Moncloa y gobierno catalán, los dueños de La Ricarda descartan iniciar la vía judicial para proteger el enclave. "No nos corresponde a nosotros acudir a los tribunales. En todo caso, ello corresponderá al ayuntamiento afectado, que en este caso es el de El Prat”, precisa David Espinós.

AMPLIACIÓN DEL AEROPUERTO

El pacto para ampliar el Aeropuerto desbloquea una obra que estaba encallada desde hacía meses y también abre un nuevo escenario político en el que el diálogo entre el Gobierno y la Generalitat es protagonista.