Un pool de empresas 'indepes' se hace de oro gracias a Colau

Un pool de empresas vinculadas al independentismo y relacionadas con la actividad cultural está copando decenas de contratos con el Ayuntamiento de Barcelona. Si durante el tercer trimestre del año pasado este pequeño imperio se había hecho con casi una decena de contratos de pequeña escala, en el último trimestre dio la campanada: a finales de diciembre, logró una adjudicación de 389.158,37 euros para la dinamización  de los equipamientos municipales para adolescentes y jóvenes articulados en torno al Espai Leiva, el Espai 12@16 y Tarda de Joves al Poble Sec, todos ellos en el distrito de Sants-Montjuïc.

La adjudicación se realizó a la compañía Tasca Serveis d’Animació, tras la cual se encuentra la gestora cultural Núria Bach. Al concurso municipal se había presentado solamente otra empresa, cuya puntuación quedó a años luz de la de Tasca, especialmente en las propuestas concretas de los servicios a cubrir y según se desprende de los informes oficiales emitidos sobre las propuestas.

Bach controla también las compañías Airun Serveis Culturals, Ideafix Team y Jan BCS, la mayoría de ellas con adjudicaciones de administraciones públicas. Este grupo de empresas suele apostar por contratos de dinamización de casales y de centros públicos. Tasca, por ejemplo, es también la encargada de llevar a cabo las actividades familiares que se realizan en los jardines Muñoz Ramonet, gestionados por el Ayuntamiento después de la muerte del magnate del mismo nombre.

TAMBIÉN LA FESTA DE LA BICICLETA

Otro contrato en poder de este diario, firmado en julio del año pasado también le otorga a este pequeño imperio un contrato de 63.920,41 euros para el servicio de apoyo y acompañamiento social a personas que participan en proyectos ocupacionales en el Eix Besòs, Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí. También se ocupó de la gestión, dinamización y coordinación de la Festa de la Bicicleta del año pasado, un contrato que costó a las arcas públicas casi 22.000 euros.

No son los únicos trabajos realizados para el consistorio: Tasca se embolsó también por la dinamización del Espai Familiar La Vela, en Sant Martí, 20.515 euros. Y por el acompañamiento de la comunidad gitana de Hostafranchs, casi 12.000 euros más. Por la dinamización del casal d’estiu de la zona norte, se embolsó más de 16.000 euros. Si contamos las adjudicaciones recibidas por las otras empresas del grupo, los números se disparan.

Uno de los equipamientos, el Espai Leiva, del holding independentista / Ayuntamiento

La duración del macrocontrato adjudicado a Tasca se prevé, en principio, hasta el mes de agosto del 2020, aunque se podrá prorrogar si el Ayuntamiento lo necesita, según se dispone en las cláusulas técnicas.

LA CURIOSA COINCIDENCIA DE SEDES

Curiosamente, a la apertura de las actas de los licitantes no asistió la propietaria de la compañía, sino uno de sus socios: Albert Codinas Poch. Se da la casualidad de que éste es el presidente de la Fundación Nova Historia, la plataforma legal que da cobijo al Institut Nova Història (INH), es decir, el organismo que agrupa a los pseudohistoriadores que reivindican la catalanidad de personajes como Cristóbal Colón, Miguel de Cervantes, Erasmo de Rotterdam, Santa Teresa de Jesús e incluso de William Shakespeare.

En la fundación figuran como fundadores el propio Codinas junto a Jordi Alsina Bilbeny (más conocido como Jordi Bilbeny y el cerebro del INH), Francesc Batlle Perales, Pilar Montoliu Poncelas y Josep M. Orteu.. El presupuesto de esta entidad, que fue fundada en el año 2009, es de 36.300 euros anuales. Para más inri, la compañía Tasca tiene la sede social en el propio domicilio de la Fundación independentista.

Codinas aparece en más de una docena de empresas, entre ellas Houscav Construction, Asac Negocis, Sanidoc Malija Gestió, Etic Big Data, Liminvec o Firdos Consulting. Otra curiosa coincidencia es que en el año 2014 se convirtió en socio de Carles Flamerich, el hasta poco antes director general de Telecomunicaciones y Sociedad Digital o, en otras palabras, el factotum del organismo que debía acoger en su seno al llamado CNI catalán.