Cristina en su centro de estética en Les Corts / RP

Cristina en su centro de estética en Les Corts / RP

Economía

Los centros de estética, asfixiados: “Si esto sigue, cerramos”

Las esteticistas defienden la reapertura de sus negocios para evitar un cierre definitivo

22 octubre, 2020 00:00

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Más allá de la restauración y el ocio nocturno, hay otros sectores que también están sufriendo las consecuencias del cierre por la pandemia. Las esteticistas se han visto obligadas a bajar la persiana durante 15 días ante el incremento de casos. Tras el golpe que supuso la clausura durante los meses de reclusión, los centros de estética reciben un nuevo varapalo que en algunos casos podría ser definitivo.

Cristina y Tania son dos esteticistas barcelonesas afectadas por la medida. Las profesionales cuentan con sendos locales en Les Corts, Cristina's Beauty Moments y Tania Estética y Terapias, y ven como la decisión del Govern les vuelve a impedir trabajar.

En una situación económica comprometida por no poder abrir sus locales, lamentan que sus esfuerzos por extremar las condiciones de seguridad sanitaria estén siendo en vano, y piden reabrir sus centros de inmediato para evitar un cierre definitivo.

PELUQUERÍAS ABIERTAS

Las esteticistas aseguran no entender por qué no pueden ofrecer su servicio si las peluquerías siguen abiertas teniendo en cuenta los trabajos que realizan: "no tiene sentido que las peluquerías sí y las estéticas no si están también a pocos metros de distancia con el cliente. Ellas también hacen manicuras y pedicuras", afirman.

Tania en su centro de estética en Les Corts / RP

Tania en su centro de estética en Les Corts / RP


Pese a que de entrada el cierre forzado tiene una duración de 15 días temen que la orden vaya más allá. Así se pronuncia Cristina, quien cree que van a "aumentar el cierre 15 días más", lo que daría pie a una situación totalmente insostenible.

La falta de ayudas también preocupa en el sector. Tania explica que "las ayudas no pagan" todo lo que se factura en un mes, ya que se deben tener en cuenta gastos como el alquiler y los suministros. Además de costear estos gastos, Cristina tiene que hacer frente a un leasing de "600 euros", correspondiente a una máquina de su centro. A este importe, también se suman "dos préstamos", por lo que no puede permitirse el cierre de su establecimiento.

SEGUNDO CIERRE

Si bajar la persiana ya resulta difícil, todavía lo es más si se trata segunda vez que se produce en cuestión de meses. En este sentido, Tania comenta que "no ha dado tiempo de ahorrar ni de tirar adelante" después del estado de alarma. "Al ser negocio pequeño las pérdidas quizá son inferiores a una empresa grande, pero trabaja una sola persona y generamos menos ingresos", detalla.

Como alternativa al cierre, las esteticistas aseguran que podrían reducir sus servicios, evitando los que supongan un mayor contacto físico: "podríamos sacrificar la depilación facial y los masajes", indican.

Además, recuerdan que hacen uso de "material desechable" y cuentan con las medidas de seguridad sanitaria necesarias para reducir los riesgos al mínimo. Realizan el trabajo con "mascarillas FFP2 y pantallas", y toman la temperatura y desinfectan los zapatos de su clientela.

Manifestantes en la movilización de esteticistas en la avenida Diagonal / RP

Manifestantes en la movilización de esteticistas en la avenida Diagonal / RP


'LO APOSTÉ TODO'

Cristina se encuentra en una situación especialmente comprometida. La esteticista explica que montó su centro con 3.000 euros de finiquito de su anterior empresa y un microcrédito de 6.000 euros. "Lo aposté todo. Con ilusión y ganas de trabajar. No quiero volver atrás, quiero seguir con mi trabajo. Si quieren que cerremos, que nos ayuden", argumenta.

MOVILIZACIÓN

La situación que viven todas las profesionales del sector en Cataluña las llevó a convocar una movilización en Barcelona este miércoles. Más de un centenar de trabajadoras se dieron cita en la avenida Diagonal, vía donde cortaron el tráfico a mediodía al grito de "queremos trabajar".

Elia González, esteticista organizadora de la manifestación, asegura que esta protesta "ha sido la primera" porque el sector exige "visibilidad". "Solo se habla de bares y restaurantes, ellos al menos tienen servicio para llevar", explica. En la misma línea, lamenta que no haya "ninguna negociación por parte de la Generalitat", con un diálogo inexistente y bajo la única premisa de llevar a cabo la clausura de los locales: "tenemos que cerrar y apañárnoslas", recuerda.

Por todo ello, instan al Govern a mover ficha para que rectifique sobre el cierre del sector y advierte: "si no hay una buena gestión de la Generalitat vamos a seguir haciendo ruido".