Fábrica de Cacaolat en Santa Coloma de Gramenet

Fábrica de Cacaolat en Santa Coloma de Gramenet

Economía

Cacaolat pierde más de 8 millones de euros por la pandemia

La empresa barcelonesa facturó 44 millones de euros en 2020, un 25% menos que el año anterior

14 abril, 2022 00:00

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En marzo de 2020 el Gobierno declaró el estado de alarma para hacer frente a la expansión del coronavirus en el país. El incremento de contagios, el colapso en los hospitales y el desconocimiento de la enfermedad fueron el detonante para que España entrara en un confinamiento sine die. Tras varios meses con la persiana bajada de los comercios, bares y demás establecimientos no esenciales, las compañías empezaron a resentirse y los créditos a proliferar.

PÉRDIDAS DE 8 MILLONES

Prueba de ello es la barcelonesa Cacaolat, que cerró el año 2020 con un agujero de 8,2 millones, frente a los 254.000 euros negativos que registró el año anterior.

Según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la compañía dedicada a la fabricación de batidos de leche y cacao facturó 44 millones de euros, con baja del 25%.

Fábrica de Cacaolat en Santa Coloma de Gramenet

Fábrica de Cacaolat en Santa Coloma de Gramenet

DEUDAS 

El negocio, que tiene la fábrica en Santa Coloma de Gramenet, vio como se truncaban sus ingresos debido al encierro, que obligó a los bares y restaurantes del país a dejar de servir a la clientela.

Para paliar el descalabro, Cacaolat solicitó nuevos préstamos a la banca, que han disparado la deuda un 19% y alcanza 50,8 millones, es decir ocho millones más. A estos compromisos se añaden los pasivos a corto plazo, que suman 9,4 millones.

La empresa, que comercializa principalmente en la zona de Cataluña y el resto de España, redujo plantilla en 2020, pasando de 202 trabajadores a 190. Como consecuencia, los gastos de personal también se acortaron.

COMPAÑÍA CENTENARIA

El batido barcelonés fue creado por Joan Viader, hijo de un industrial catalán que en 1925 fundó Letona. La idea de Cacaolat surge a partir de una bebida artesanal que los empresarios ven en un viaje a Hungría. Joan Viader solicitó la patente del producto a finales de 1931 y empezó a elaborar la bebida a base de leche desnatada, cacao y azúcar.

En 1998 la empresa fue comprada por la compañía de lácteos Parmalat y 13 años más tarde, fruto de una alianza formada por el grupo Damm y la embotelladora Cobega, Cacaolat vuelve a cambiar de manos.

Finalmente, a mediados de 2021 Damm llega a un acuerdo con Cobega para hacerse con su participación de Cacaolat, por lo que ahora la empresa es propiedad total del grupo cervecero catalán.