El Molino es uno de los símbolos de la avenida del Paral·lel / HUGO FERNÁNDEZ

El Molino es uno de los símbolos de la avenida del Paral·lel / HUGO FERNÁNDEZ

Sants - Montjuïc

Avenida del Paral·lel: puro espectáculo

Famosa por su vida nocturna, es una de las calles más míticas de Barcelona

19 septiembre, 2018 16:55

Noticias relacionadas

La avenida del Paral·lel (o simplemente, el Paral·lel) no deja a nadie indiferente. Conocido también como el 'Broadway barcelonés', es todo un símbolo de la vida nocturna y la modernidad más osada e irreverente del siglo XX en Barcelona que rompía con la moral tradicional.

Durante la dictadura franquista, el Paral·lel se convirtió en un estandarte de la vida bohemia y descarada. Hasta los años 70, los cabarets de esta avenida eran todo un oasis de libertad en medio de una sociedad gris. Un espacio en el que desmelenarse en medio de la represión.

EL MOLINO

Uno de los espacios más famosos del Paral·lel es, sin duda, El Molino. Este cabaret se inauguró en 1910 con la intención de imitar al icónico Moulin Rouge de París y se ha convertido en uno de los grandes nombres de la noche barcelonesa.

Tras unos años de decadencia, el teatro cerró sus puertas en 1977. La sala de espectáculos volvió a la vida con su reinauguración en el año 2010. Esta fue posible gracias a un movimiento vecinal y a la iniciativa empesarial.

La avenida del Paral·lel es una de las calles más conocidas de Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ

La avenida del Paral·lel es una de las calles más conocidas de Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ


EL 'BROADWAY BARCELONÉS'

A parte de El Molino y sus famosas aspas iluminadas de noche, en el Paral·lel también se encuentran otros teatros de renombre como son el Apolo, el Victòria, el Condal y la sala BARTS. Este hecho hace que la avenida sea uno de los puntos neurálgicos del ocio nocturno en la ciudad y se haya ganado el nombre de el 'Broadway barcelonés'.

SUS ORÍGENES

Antiguamente se conocía como calle Marqués del Duero y fue inaugurada oficialmente como vía urbana de Barcelona en el año 1894. Según la información municipal de la época, debe su nombre al hecho de que su trazado coincide con el de un paralelo terrestre, el 41º22’34” norte.

El proyecto urbanístico de ensanche de Barcelona que diseñó Ildefons Cerdà marcó profundamente el signo de la avenida del Paral·lel. El plan facilitó la aparición de edificios efímeros y que la calle se convirtiera en una zona importante de espectáculos y ocio nocturno.