VÍDEOS: Los molestos botellones se propagan por Sant Martí

El distrito de Sant Martí se han convertido en un foco habitual de molestos botellones -algunos de ellos muy masivos- e incivismo. Las imágenes que se han visto en los medios de comunicación y en las redes sociales este verano eran, en su mayoría, de la Barceloneta o de otros puntos de Ciutat Vella. Pero las calles, plazas y playas -principalmente el frente marítimo de la Vila Olímpica y del Poblenou- de Sant Martí no se libran de la problemática que azota la ciudad los últimos meses. En algunas zonas, el problema está enquistado desde hace años, incluso décadas, como el Triángulo Golfo.

Una de las mayores concentraciones se vivió el pasado fin de semana coincidiendo con la fiesta mayor del Poblenou. Centenares de personas llenaron las playas y el paseo marítimo, entre el Hotel Arts y la base náutica de la Mar Bella, sin guardar la distancia de seguridad ni hacer uso de la mascarilla. El multitudinario botellón, una actividad prohibida en Barcelona desde finales de 2005 por la Ordenanza de civismo, no fue puntual. Albert Batlle, teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención, ha reconocido que ningún distrito de Barcelona se escapa de los botellones. "Ninguno de los 10 distritos está libre de estas situaciones ni de las molestias", ha asegurado.  

SIN REFUERZO DE LIMPIEZA, SEGÚN LOS VECINOS

El presidente de la asociación de vecinos de la Vila Olímpica, Jordi Giró, dice que los botellones en las playas de Sant Martí han sido recurrentes este verano, y algunos de ellos numerosos. Por el barrio, cuenta, ha sido habitual ver riadas de gente en dirección a las playas de madrugada. Las concentraciones también se han producido en los parques situados junto a la ronda del Litoral. El dirigente vecinal afirma que en la Vila Olímpica no han aparecido los dispositivos policiales de la Barceloneta. Sí que han visto agentes, pero asegura que despliegues de Mossos o de Guardia Urbana tan grandes como en Ciutat Vella no los han tenido.

Las fuentes municipales consultadas dicen que la Guardia Urbana ha desplegado este verano un dispositivo especial que ha prestado especial atención a las zonas del litoral de Barcelona. Añaden que el despliegue se ha incrementado en 400 agentes (incluidos los Mossos). Y precisan que si bien la policía local se ha desplegado por Sant Martí en horario nocturno, el número de personas que ha participado en botellones ha sido inferior al que se ha visto en la zona de playas de Ciutat Vella.

Los servicios municipales limpian el frente marítimo de Sant Martí / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA 

Giró también denuncia que no han notado un refuerzo de limpieza en las playas de Sant Martí. Según el presidente de la asociación de vecinos, ha habido días en que las playas se han limpiado a las 12.00 horas del mediodía, cuando estaban llenas de gente. Giró ya transmitió a finales de julio a Jaume Collboni, primer teniente de alcaldía y líder del PSC, que el barrio de la Vila Olímpica estaba sucio y dejado.

Al respecto, el Ayuntamiento dice que los servicios de limpieza y recogida de residuos han actuado por las playas de Barcelona durante todo el verano con los refuerzos de equipos necesarios. Los equipos trabajan en horario nocturno y las playas de la ciudad han estado a punto para el baño todos los días del verano. Las fuentes municipales agregan que el resto del día se hacen tareas de repaso, recogida y vaciado de papeleras. 

EL FRENTE MARITIMO, LLENO DE BASURA

El 11 de septiembre, el frente marítimo de Sant Martí amaneció lleno de basura. Bolsas, latas, botellas rotas se acumulaban en el suelo y en los bancos del paseo entre el Hotel Arts y la Mar Bella. Un vídeo grabado por el periodista Víctor Endrino muestra la realidad de las horas siguientes a los botellones: suciedad acumulada e incivismo. Las imágenes fueron tomadas a las 07.00 horas. Los servicios de limpieza pasaron después. Pero por las fotos difundidas por el área de Ecologia Urbana del Ayuntamiento, a través de Twitter, el personal desplegado era limitado.

El primer vídeo que acompaña esta información fue grabado por Jordi Piulats, socio de Ramon Mas, secretario general del Gremio de Discotecas de Barcelona. "Este verano, los botellones se han concentrado en las playas. Cuando los clientes se iban de los locales, a las 00.30 horas, se dirigían a las playas", dice Mas. El empresario señala que los botellones han sido habituales en el frente marítimo de toda Cataluña. Y las playas de Sant Martí no han sido una excepción. Su intención, añade, es volver este fin de semana al mismo emplazamiento de Sant Martí para grabar nuevas imágenes.

Botellón en el parque de Diagonal Mar con presencia de un bebé / CEDIDA

PASAPORTE COVID PARA LAS DISCOTECAS

En conversación con Metrópoli, Mas explica que tienen la próxima reunión con el departamento de Interior de la Generalitat el día 23 de septiembre para intentar desencallar la apertura de los locales de ocio nocturno, una decisión que podría frenar los masivos botellones en la ciudad. Mas se muestra optimista y cree que los locales podrían volver a operar en la mayor parte de España en octubre. Después de que el Tribunal Supremo haya avalado el uso del pasaporte covid para entrar en bares y discotecas de Galicia, Mas cree que la medida se irá extendiendo. Su intención es poder abrir con aforo y horario normalizados y la posibilidad de bailar.

Fuentes del Movimiento Diagonal Mar cuentan que los botellones en este barrio de Barcelona se concentran en la pista deportiva del parque, en Ramon Llull con Selva de Mar. Los vecinos indican que el consumo de alcohol en la vía pública se repite desde hace meses, especialmente los fines de semana hasta altas horas de la madrugada. Las fuentes consultadas subrayan que no se trata de botellones tan masivos como los de las playas de la Barceloneta. "Suelen ser unas 50 o 60 personas, y la Guardia Urbana lo puede controlar mejor. A veces son jóvenes de unos 30 años y traen a sus hijos menores", explican.

DE DIAGONAL MAR AL FRONT MARÍTIM Y EL 'TRIÁNGULO GOLFO'

Sobre los botellones en las playas del barrio este verano, el Movimiento Diagonal Mar cita únicamente dos de masivos este septiembre, junto al campo de fútbol de la Mar Bella y en el parque del final de la rambla del Poblenou. La plataforma sí muestra su preocupación porque los botellones se concentren en los aledaños del Fòrum tras los conciertos de la Mercè. El vecindario de la zona lleva años denunciando los problemas de ruido e incivismo que sufren por la celebración de festivales multitudinarios allí, como el Primavera Sound. 

Desde la asociación de vecinos del Front Marítim, Amador Monleón subraya que este verano, "cuando se ha abierto la mano", la situación ha sido mala. En su caso, los vecinos sobre todo sufren el incivismo -orines y suciedad incluidos- y el ruido de las hordas cuando se dirigen a los metros del Poblenou o Selva de Mar a las tantas de la madrugada. La problemática se concentra, principalmente, en las calles de Bilbao, Junquera y Selva de Mar. ¿Y el botellón, dónde tiene lugar? Junto a la base náutica y en las playas del Bogatell y la Mar Bella, indica. Monleón dice que la Guardia Urbana actúa, pero advierte que tienen "demasiados frentes abiertos" y la plantilla en verano está más mermada por las vacaciones. 

TIRAN MOTOS Y REVIENTAN CONTENEDORES

Otro punto de conflicto y altercados nocturnos en el distrito de Sant Martí es en Sancho de Àvila con Pamplona, muy cerca de la sala Razzmatazz. Una vecina -que prefiere permanecer en el anonimato- comenta que cada fin de semana viven botellones y actos de incivismo de gente que sale de los bares o de la residencia de estudiantes TSH. "Es habitual que griten, tiren las motos y revienten contenedores". La vecina detalla que hay jóvenes que orinan en las fincas, hacen pintadas e incluso se ha producido alguna agresión: a su marido, por ejemplo, le propinaron un puñetazo. La mujer dice que el problema viene de lejos, de antes de la pandemia. Había botellones de más de 100 personas en una zona contigua a las casas. Ahora, tras pedir el permiso al Ayuntamiento, vallarán el recinto para evitar que se produzcan más concentraciones. La vecina afirma hay vecinos que han dejado el barrio por los botellones, el incivismo y problemas con indigentes que viven allí.

Los conflictos se repiten en las calles de Pallars y el eje Pere IV-Pamplona-Àlaba, en lo que en los años 90 era el Triángulo Golfo. "El problema no es nuevo. Viene de décadas. Es una zona con muchos bares musicales y discotecas. Cada fin de semana, el consumo de alcohol se hace en la vía pública. Los bares están vacíos y las calles llenas de gente", explica una residente, que prefiere que su nombre no salga en prensa. Las molestias son evidentes: ruidos, orines, defecaciones, vómitos, puertas oxidadas, peleas... En ocasiones, en esta zona hay entre 300 y 400 personas en las calles. La vecina relata que durante años, la Guardia Urbana apenas ha aparecido. Critica el celo sancionador hacia los perros que están sueltos en los parques del barrio, pero afirma que muchas noches, durante las fiestas callejeras, a los agentes no se les ve el pelo por la zona de bares y discotecas. "Se tiene que acabar con la gente de juerga fuera de los locales. Muchos vecinos están con pastillas para dormir", critica. El segundo y el tercer vídeo de este artículo son del Triángulo Golfo.

Desde el Ayuntamiento de Sant Martí no se ha querido hacer ninguna valoración sobre los botellones y las fiestas callejeras que azotan algunas zonas del distrito.