La última cabina de teléfono de Barcelona cuesta un pastizal

La última cabina de teléfono de Barcelona costará un pastizal. La recuperación del habitáculo, cedido a la ciudad por la empresa Telefónica, como punto de intercambio de libros, ascenderá a 73.350,61 euros, según los datos del Ayuntamiento publicados en la Gaseta municipal, el boletín oficial [ver aquí].

La citada cabina -con techo, puertas y recubrimiento de cristal- estaba en la calle del Lledoner, en el barrio de Sant Genís Agudells, de donde fue retirada el pasado 8 de marzo por operarios del distrito de Horta-Guinardó. Ahora, el locutorio se encuentra en unos depósitos municipales a la espera de que sea rehabilitado y, posteriormente, instalado en la plaza del Meguidó, muy cerca de Lledoner.

INTERCAMBIO DE LIBROS Y OTROS SERVICIOS

Fuentes municipales reconocen que la recuperación de cabina es cara. Argumentan que se encuentra en muy mal estado y la restauración será costosa. La instalación, en la plaza del Meguidó, incluirá otros servicios -que el Ayuntamiento no concreta- además de ser un punto de cross booking. Con anterioridad, la cabina fue protagonista de una serie de cortos cinematográficos.

Una grúa levanta la cabina de teléfono / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

La propuesta de dar un nuevo uso a la cabina fue de una vecina, Anna Farré, que inició una campaña para preservarla. Tras ser restaurada, la construcción pasará a ser patrimonio histórico y urbanístico del barrio y de Barcelona.

El futuro de la cabina se decidió en una consulta vecinal en 2017. Entre otras ideas se planteó que el aparato tuviera una línea directa con el teléfono del civismo o el 112, que continuara con el mismo servicio de siempre o se convirtiera en un punto wifi.

LICITACIÓN Y ADJUDICACIÓN DE LOS TRABAJOS

Actualmente, el proyecto técnico de remodelación y reubicación de la cabina está en fase de exposición pública. Con posterioridad, los trabajos se licitarán y adjudicarán con el objetivo de que la recuperación sea una realidad en los próximos meses. 

En las calles de Barcelona quedan más de 500 teléfonos, pero ninguno de ellos es una cabina con techo y cerrada como la que se ha retirado de la calle del Lledoner.