Edificio de la Bòbila, última fábrica de ladrillos operativa en Barcelona / P.A.

Edificio de la Bòbila, última fábrica de ladrillos operativa en Barcelona / P.A.

Horta - Guinardó

La Teixonera marca una línea roja con la reforma de la Bòbila

Los vecinos piden que el Ayuntamiento tome decisiones políticas urgentes y acelere las obras

8 abril, 2019 12:14

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Los vecinos de la Teixonera quieren que el Ayuntamiento acelere los plazos administrativos para empezar los trabajos de adecuación de la antigua fábrica de ladrillos la Bòbila. Las obras para reformarla costarían 3,5 millones de euros.

De momento, en el mandato actual el gobierno de Colau se ha gastado 200.000 euros para redactar el anteproyecto, que marcará las bases del concurso público. La Bòbila es uno de los 10 proyectos por valor de 12 millones de euros que el Gobierno Municipal ha reprogramado para 2020.

LÍNEA ROJA

El día 1 de abril marcó un antes y un después en el barrio de la Teixonera. Algunos vecinos dijeron basta, que así ya no podían continuar más. Desde el mes de abril de 2015 están esperando que el Ayuntamiento les ceda un espacio que esté en condiciones para albergar las actividades de las entidades del barrio. 

"Os invitamos a apoyarnos en las iniciativas y quejas ciudadanas que desde este momento ponemos en marcha". Con estas palabras, el colectivo Asamblea Popular de la Taxonera animó a todos los vecinos del barrio a participar en las acciones reivindicativas para conseguir que el Ayuntamiento tome decisiones políticas urgentes.

La Asamblea quiere que el consistorio tenga en cuenta sus opiniones en la redacción del proyecto. "Entendemos que debe recoger, de forma imprescindible, las necesidades de nuestras asociaciones", explican. 

MÁS VOCES RECLAMAN LA BÒBILA

Desde la Asociación de Vecinos de la Teixonera, su presidente, Lluís Cairell, también reclama la adecuación de la Bòbila. "Donde estamos ahora casi no cabemos, somos cinco o seis asociaciones", explica haciendo referencia al Casal de la Texionera, el espacio que ocupan ahora.

Cairell destaca la importancia de reformar la Bòbila, en parte porque la cubierta contiene amianto.  

UNA PROMESA QUE VIENE DE LEJOS

Desde hace más de cuatro años existen dos demandas básicas en el barrio de la Teixonera: construir una guardería municipal y adecuar un local para las entidades. Ambas son promesas que están en el aire y que aún no se han llevado a cabo. 

En estos momentos, los vecinos del barrio se quejan de que no hay suficientes espacios para las entidades. El Centro Cívico y el Casal de la Teixonera son los dos únicos equipamientos disponibles. 

A finales del antiguo mandato de Xavier Trias y a inicios del de Colau, las asociaciones iban a ubicarse en los bajos de un edificio colindante a la Bòbila, en la calle Saturnino Calleja, pero cuando los vecinos se enteraron de que el Ayuntamiento iba a recuperar la fábrica de ladrillos presionaron para cambiar la sede.