Interior del China Crown, en Casa Calvet / CHINA CROWN

Interior del China Crown, en Casa Calvet / CHINA CROWN

Eixample

El primer edificio de Gaudí en el Eixample se convierte en un restaurante de lujo

Casa Calvet acoge el China Crown, un nuevo concepto de cocina imperialista

28 julio, 2019 18:31

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Casa Calvet, uno de los edificios más importantes en la vida arquitectónica de Antoni Gaudí, y su primera obra en el Eixample, abre sus puertas al público para albergar una de las propuestas gastronómicas más potentes de Barcelona: el China Crown. Este nuevo concepto de cocina fusión une los platos típicos de la China Imperial con los ingredientes tradicionales de la cultura catalana. Esta alianza entre China y Barcelona tiene todavía más sentido si se tiene en cuenta que Casa Calvet actuó como uno de los pocos espcios de la ciudad a los que llegaron las primeras sedas bordadas procedentes del país asiático. Y es que, pese a que ahora es un restaurante, inicialmente su espacio estaba diseñado para ser una fábrica textil. 

Su gastronomía inicia un recorrido histórico tratando de replicar la comida que se servía en la cocina imperial de hace más de 400 años. Para ello, tanto la propia vajilla como los platos que elabora su equipo de cocineros se centran en Shangai y en sus alrededores, con el objetivo de ofrecer un viaje gastronómico sin precedente a todos sus comensales. 

DOS MENÚS DEGUSTACIÓN

Para probar su cocina, el China Crown propone dos menús degustación con los que conquistar a los paladares más exigentes. Además de, cómo no, todas las opciones con las que cuenta su amplia carta. Los menús degustación, bautizados como La Ruta de la Seda Caja Imperial ofrecen un total de ocho platos, a los que hay que añadir el postre y el característico té de la zona. 

De esta manera, esta propuesta aterriza para completar una ya extensa oferta de gastronomía oriental en Barcelona, una de las cocinas con mayor presencia que existen en la Ciudad Condal. Se encuentra ubicado en carrer de Casp 48 y, además de por la calidad de sus patos, la visita merece la pena además por lo emblemático del edificio que lo acoge, situado como uno de los referentes de la ruta modernista de la ciudad. Con un espacio de más de 300 metros cuadrados con capacidad para albergar un total de 80 comensales.