Tráfico de drogas en el Raval durante el confinamiento por el coronavirus

Tráfico de drogas en el Raval durante el confinamiento por el coronavirus

Ciutat vella

Los traficantes toman las calles del Raval bajo el confinamiento

Los narcos se adueñan del asfalto y operan con mayor facilidad ante la ausencia de transeúntes

19 marzo, 2020 00:00

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El Raval vive una vida paralela. En pleno confinamiento por el coronavirus, sus calles rompen la dinámica impuesta en el resto de la ciudad. A diferencia de otros barrios, la actividad resiste en el Raval, donde la droga continúa acaparando protagonismo en tan complejo escenario.

La situación es dantesca, según los vecinos, que contrastan las imágenes de la ciudad que ven en el televisor con la realidad que se encuentran cuando se asoman a sus balcones.  

Narcos, traficantes y drogodependientes viven de espaldas al aislamiento. Se despliegan impunemente por las calles del barrio, las mismas que han tomado ante la ausencia del resto de vecinos. Su red de tráfico sigue funcionando, ajena al más devastador de los panoramas.

CALLE SALVADOR, PUNTO CALIENTE

Así lo explican a este medio diversos vecinos del Raval. En la calle Salvador --frontera entre Sant Antoni y Raval-- observan atónitos el constante trapicheo de drogas que tiene lugar a escasos metros de sus viviendas. En conversación con Metrópoli Abierta, un vecino asegura que los traficantes se han "adueñado" del asfalto: "Siempre llamamos a la Guardia Urbana pero nunca aparecen. Ayer [martes] lo hicieron y nos alegramos, ya que apenas se les ve por aquí", cuenta este vecino.

¿Ha disminuido el tráfico de drogas tras decretarse el confinamiento? "Para nada. Ves a los chicos apoyados en las paredes como si nada, listos para vender. Se pasan la droga de unos a otros sin tapujos. Son más descarados porque no hay gente en la calle que les pueda disuadir", explica, y aporta un vídeo como prueba.

Según este vecino --que prefiere mantener el anonimato--, la actividad sigue en la calle, pero también en los narcopisos. Afirma que hay uno operando en el número 22 de la calle Salvador. Echan en falta en esta zona del barrio mayor presencia policial, también durante estos días de aislamiento. Dado el aumento de la delincuencia, los vecinos decidieron abrir una cuenta de Twitter (@carrersalvador) para denunciar los problemas de inseguridad que padecen en esta calle. 

PRESENCIA DE CAPTADORES

Para Ángel Cordero, miembro de Acció Raval, el escenario no ha cambiado. “Hay actividad porque los consumidores necesitan consumir. Nos sorprende la presencia de captadores en la calle durante el confinamiento”, señala. El foco principal de consumidores, coincide, se encuentra ahora en la calle Salvador con dos puntos de venta, uno de ellos, en el número 20.

“Quizá se ha reducido un poco la venta, pero los narcopisos siguen funcionando”, continua Cordero. Entre el lunes y el martes, los Mossos cerraron dos de ellos en el número 55 de la calle Robadors. Bajo este insólito escenario de aislamiento, a Cordero le preocupa la salud de los drogadictos. “Ya necesitaban ayuda antes, ahora más”, destaca. El CAS Baluard --el centro donde los drogodependientes recogen su dosis de metadona-- sigue abierto, pero menos horas.

SIN DISCRECIÓN

El confinamiento no afecta al negocio de la droga en el Raval, como demuestra el canal de Whatsapp de sus vecinos, que hierve con mensajes describiendo episodios de tráfico de drogas. Cordero pide más presencia policial en la calle Robadors y Cera para combatir a los traficantes.

Otro vecino, de la Rambla del Raval, asegura que el menudeo de drogas durante estos días ha sido constante. "Lógicamente ha habido un descenso porque no hay gente en las calles y es mucho más descarado, pero cualquiera del barrio los puede ver. No se cortan mucho. El domingo por la tarde me encontré a un grupo en la calle Carretes y no estaban muy escondidos. Aprovechan los callejones del Raval para seguir con su trabajo habitual", comenta.

Imagen de una calle del Raval este miércoles

Imagen de una calle del Raval este miércoles


VOCES DISCREPANTES

No obstante, no todos piensan igual en el barrio. Fuentes vecinales consultadas por este medio aseguran que ven el Raval mucho más tranquilo. "En general hay más calma, aunque puede haber algún punto conflictivo. El problema será luego, con el aumento de la precariedad. Si no hay medidas para los colectivos vulnerables, crecerá la pobreza, y con ella aumentará la inseguridad cuando se reactive todo".  

Preguntados por la cuestión, fuentes del Ayuntamiento de Barcelona señalan a Metrópoli Abierta que Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana siguen trabajando para perseguir los delitos contra la salud pública. A modo de ejemplo, indican que este lunes agentes de la policía barcelonesa cerraron un club cannábico ilegal en la ciudad.