El marcador con los días de retraso que acumula la reforma de la Rambla / LLUÍS REGÀS

El marcador con los días de retraso que acumula la reforma de la Rambla / LLUÍS REGÀS

Ciutat vella

La Guardia Urbana apaga el contador de la Rambla

El marcador contaba los días de retraso de la reforma de la calle como señal de protesta

19 octubre, 2020 20:04

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Un gran contador cuelga de uno de los edificios de la Rambla. Contaba los días de retraso que lleva la reforma de la calle. El pasado domingo 18 de octubre, solo cuatro días después de haberlo encendido, la Guardia Urbana instó a los responsables del establecimiento donde está situado a apagarlo.

La policía alertó presencialmente al establecimiento Café de la Ópera de que debían apagarlo para no incurrir en una ilegalidad, que se traduciría en una importante multa.

En mayo de 2016, el pleno municipal aprobó con una amplia mayoría la reforma de la Rambla. 32 de los 41 concejales votaron a favor de la remodelación. Han pasado más de cuatro años y aún no se ha hecho nada.

DENUNCIAR EL MALESTAR

En este contexto, la asociación Amics de la Rambla, junto con otras asociaciones y comerciantes del barrio, impulsaron la campaña Reformem la Rambla. El contador forma parte de esta iniciativa y se puso en marcha el pasado miércoles. El objetivo era hacer público el malestar del mundo empresarial y de la ciudadanía por el estancamiento perpetuo de la reforma de esta vía.

SIN REFORMA A LA VISTA

Ya han pasado 1607 días desde la aprobación de la reforma, y el contador está apagado. Aún así, los días siguen pasando, y no hay reforma a la vista.

Las últimas informaciones para el inicio de la remodelación no son optimistas. "El concejal de Ciutat Vella Jordi Rabassa nos ha dicho que está pendiente del plan de inversiones municipal", lamentaba el actual presidente de Amics de la Rambla, Fermín Villar.

LA RAMBLA DEL FUTURO

El proyecto de remodelación de la Rambla, con un presupuesto de unos 60 millones de euros, prevé cinco fases de obras. Los trabajos incluyen construir tres grandes plazas a la altura del Teatre Principal, el Pla de l'Os y el Palau Moja. Una vez terminada la reforma se cerrará el tráfico a los coches privados. Solo podrán pasar los vecinos, los vehículos de servicios, el transporte público y las bicicletas.