Una tienda de 'souvenirs' del barrio Gòtic, antes y después de la pandemia del coronavirus / VERÓNICA SÁNCHEZ - @verosan90

Una tienda de 'souvenirs' del barrio Gòtic, antes y después de la pandemia del coronavirus / VERÓNICA SÁNCHEZ - @verosan90

Ciutat vella

FOTOGALERÍA: El Gòtic, antes y después de la pandemia del coronavirus

Rincones que han cambiado su apariencia y han perdido vitalidad a raíz de la crisis sanitaria y económica que ha azotado a Barcelona

23 mayo, 2020 00:00

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El barrio Gòtic es una de las zonas de Barcelona que alberga más encanto. Cada rincón tiene magia, cada ladrillo cuenta una historia y cada uno de los adoquines, que todavía se conservan intactos, ha visto pasar a miles de personas por sus calles. 

También es uno de los lugares más frecuentados por el turismo que viaja a Barcelona en busca de su esencia, pero que, por el momento, tardará en volver a la capital catalana. Pero, a parte de todo eso, el Gòtic es un barrio en el que viven miles de personas que llaman a esta zona del distrito de Ciutat Vella hogar. 

LA VERDADERA ESENCIA DEL GÒTIC

La crisis sanitaria generada por el azote del coronavirus en la ciudad condal no solo ha hecho que el turismo deje de ser un habitual, sino que muchos establecimientos que solían estar llenos de vida hayan tenido que bajar sus persianas para no volverlas a abrir

La lista negra de comercios que ya no abrirán sus puertas supera la veintena. Los 65 días de parálisis económica que ha sufrido Barcelona tienen ya consecuencias palpables en los establecimientos de Ciutat Vella.

UN CONTRASTE ABRUMADOR

Verónica Sánchez es una fotógrafa freelance ecuatoriana que vino a Barcelona hace ocho meses para cursar un postgrado en la Universidad Autònoma. Habituada a familiarizarse con los lugares en los que reside decidió capturar el alma del que sería su nuevo barrio: el Gòtic. La joven de 30 años fotografió el pasado mes de enero "la vida de barrio como tal". Enfocó su proyecto sin dar relevancia al sector turístico, sin saber que unos meses más tarde el barrio cambiaría por completo. 

Tras el impacto del Covid-19, la fotógrafa, natural de Quito, este mes de mayo volvió a desempolvar su cámara y decidió capturar con el mismo encuadre los lugares que un día le tocaron el alma. ¿El resultado? Un contraste brutal que muestra cómo puede llegar a cambiar un barrio, y su gente, en tan poco tiempo. 

ANTES Y DESPUÉS

Verónica quiso hacer especial énfasis en los negocios que han cerrado, las personas necesitadas y los niños que viven en el casco antiguo de la ciudad, y el efecto es cuanto menos conmovedor. A continuación Metrópoli Abierta muestra las fotografías del antes y el después en el barrio barcelonés cedidas por la fotoperiodista.