La finca de Arai, 3, en Ciutat Vella, que el Ayuntamiento compra / TWITTER JORDI RABASSA

La finca de Arai, 3, en Ciutat Vella, que el Ayuntamiento compra / TWITTER JORDI RABASSA

Ciutat vella

Colau paga más de 5,7 millones de euros por una finca de Ciutat Vella

El Ayuntamiento desembolsará la citada cantidad entre la compra y la rehabilitación del inmueble de Arai 3, que destinará a alquiler social

5 mayo, 2022 19:29

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El gobierno de Ada Colau pagará más de 5,7 millones de euros por la compra y rehabilitación de un edificio de viviendas en la calle de Arai 3, junto a la plaza de George Orwell del barrio Gòtic de Barcelona. El inmueble cuenta con 11 pisos, tres locales y tres almacenes, en total 2.114 metros cuadrados.

La comisión de gobierno de este jueves ha aprobado la adquisición del edificio, propiedad de la Fundació Clínic per a la Recerca Biomèdica de la Universitat de Barcelona, por 3,97 millones de euros. A este dinero habrá que añadir 1,78 millones más para la rehabilitación [ver aquí la nota de prensa del Ayuntamiento].

SIETE PISOS CON INQUILINOS

Actualmente, de los 11 pisos del edificio, siete ya están arrendados. Los otros cuatro pasarán a formar parte de la bolsa de alquier social municipal. La intención del Ayuntamiento es rehabilitar el inmueble, tanto las fachadas principal y posterior, los patios interiores, la impermeabilización de la cubierta y la puesta a punto de los locales. También se instalará un ascensor y se reformarán íntegramente las viviendas, con la posibilidad de llegar hasta las 18 totales.

La propietaria de la finca murió en 2002, hace 20 años, sin hacer testamento, y la propiedad pasó a manos de la Generalitat. Según el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, el Govern desatendió a los inquilinos y su situación. La Generalitat sacó la finca a subasta por 3,3 millones, pero el proceso quedó desierto. Finalmente, la Fundació Clínic pudo demostrar en 2016 que era la heredera.

Rabassa ha dicho a través de Twitter que ahora la finca de Arai 3 ya es pública, y que "por encima de todo el Gòtic es un barrio para vivir". Los inquilinos firmaron sus contratos entre finales de los años 80 y principios de los 90.