Luces de Navidad en la Rambla, el año pasado / AMICS DE LA RAMBLA

Luces de Navidad en la Rambla, el año pasado / AMICS DE LA RAMBLA

Ciutat vella

Una campaña busca que los barceloneses recuperen la Rambla

El paseo acogerá cuatro semanas de actividades en diciembre y enero para reactivar el consumo local

10 diciembre, 2020 11:54

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Campaña para incentivar el consumo en la Rambla y sus aledaños. El primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni; la regidora de Mercados y Comercio, Montserrat Ballarín, y el presidente de Amics de la Rambla, Fermín Villar, han presentado este jueves la iniciativa, que ha sido impulsada por Amics de la Rambla, una entidad formada por comerciantes y vecinos, con la colaboración del Ayuntamiento. La campaña se ha bautizado como Baixa a la Rambla.

"La Rambla es una de las cinco calles más conocidas del mundo", ha dicho Collboni, en la presentación de una campaña "específica" para el conocido paseo. "Es un llamamiento a los barceloneses para que hagan de nuevo suya la Rambla. Durante años ha sido un foco turístico. Probablemente lo volverá a ser. Ahora es el momento de que los ciudadanos vuelvan a disfrutar de la Rambla, de los paseos, de la comida y de los comercios".

ATASCO POR LOS CENTROS COMERCIALES CERRADOS

Tras el atasco monumental del pasado lunes en el centro de Barcelona, Collboni ha recordado que la mejor manera de moverse por la ciudad estos días es con el transporte público. "Es un medio seguro. Ahora está en un 60% de ocupación", ha recordado el líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona. Para Collboni, buena parte del problema del colapso de tráfico que hubo el lunes fue debido a que los centros comerciales estaban cerrados. El político ha reclamado la reapertura de los centros comerciales para evitar de nuevo aglomeraciones en el centro de la ciudad. 

Villar, de Amics de la Rambla, ha recordado que la Rambla lleva meses vacía y ha propuesto "reorientar" la zona hacia los barceloneses. Tendremos cuatro semanas de campaña. Las dos primeras funcionarán desde este jueves hasta el 23 de septiembre. Las dos restantes se retomarán tras el día de Reyes y se desarrollarán la segunda y tercera semana de enero, ha explicado Villar. La campaña ofrece todo tipo de actividades diarias de ocio, comercio, cultura y restauración.

UN 40% DE ESTABLECIMIENTOS CERRADOS

Según Villar, los barceloneses han sido expulsados de la Rambla y con el reenfoque se busca recuperar a los vecinos. "Los turistas volverán, pero queremos que con la nueva oferta, los barceloneses vuelvan a la Rambla, a comer, a comprar". Los turistas también serán bienvenidos, "pero no queremos que comercios y bares y restaurantes estén enfocados exclusivamente a ellos". 

Actualmente en la Rambla hay un 40% de locales cerrados, la mayoría de los cuales estaban enfocados a turistas. "La restauración va abriendo poco a poco. Si somos capaces de generar suficiente demanda de Barcelona, los negocios se irán adaptando a la nueva clientela", afirma Villar.

REFORMA PENDIENTE

La Rambla está pendiente de una reforma integral. Con un presupuesto de unos 40 millones de euros, la transformación prevé cinco fases de obras, de mar a montaña. Los trabajos incluyen construir tres grandes plazas a la altura del Teatre Principal, el Pla de l'Os y el Palau Moja. Con el proyecto ejecutivo casi finalizado, los trabajos no tienen por ahora fecha de inicio. Están pendientes de si contarán con presupuesto para el 2021.

Una vez terminada la reforma, la arteria se cerrará el tráfico a los coches privados. Solo podrán pasar los vecinos, los vehículos de servicios, el transporte público y las bicicletas. El paseo ganará, en algunos puntos, hasta 1,5 metros de ancho. El único carril de circulación tendrá una amplitud de 3,5 metros.

QUIOSCOS, PAJARERÍAS Y TERRAZAS

La reforma de la Rambla pondrá sobre la mesa también los temas más espinosos: la transformación de los quioscos, la desaparición de las pajarerías y la ubicación de las terrazas, tanto durante los trabajos como una vez hecha reforma. Los tres colectivos piden rehacer el plan especial de ordenación, que fue aprobado en mayo de 2016 por el pleno municipal y que marca las lineas maestras del futuro de la artería.

Las pajarerías están fuera de normativa y tienen que desaparecer, los quioscos verán reducido su tamaño y podrían tener que reubicarse y las terrazas no quieren perder mesas -381 en total, antes de la pandemia-. Villar dijo hace un mes que desde el Pla de l'Ós hasta plaza de Catalunya está previsto que no haya terrazas en la parte central. "Se intentará salvar las del Núria, Baviera y Moka de la acera lateral".