El 'Fine Pastrami', el mejor bocadillo de España que se hace en Barcelona, tiene una impactante historia / L'IMMORAL

El 'Fine Pastrami', el mejor bocadillo de España que se hace en Barcelona, tiene una impactante historia / L'IMMORAL

Gastro

Culto al bocadillo en Barcelona: la historia del 'Fine Pastrami', el mejor de España

Su chef, Jordi Gabaldà, se enfrenta a una dura enfermedad que le obliga a detenerse pero tiene la voluntad de volver con su proyecto reforzado a la cocina

1 septiembre, 2021 00:00

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El pasado mes de mayo, la cocina barcelonesa tuvo un nuevo gran reconocimiento. Se determinó que el Fine Pastrami, un bocadillo hecho en Barcelona por el chef Jordi Gabaldà, es el mejor de España.

Fue seleccionado en la cumbre gastronómica Madrid Fusion, y, a pesar de que de forma inmediata lo que más llamó la atención fue su sorprendente precio –tan solo vale 10 euros–, hay una impactante historia detrás que le aporta aún más valor a esta creación única.

"CAMBIAR EL RUMBO"

Después de vivir una "auténtica fiebre immoral" –así lo describe su creador– y recibir miles de solicitudes para probar el mejor bocadillo de España, Gabaldà ha hecho un comunicado en redes informando que, de momento, "no servirán más bocadillos".

El motivo de esta decisión es que el chef se enfrenta a una batalla contra el cáncer. "Toca volver a cambiar el rumbo, redefinir el proyecto y hacer lo que nos de la gana", ha informado Jordi, asegurando que su objetivo principal es volver por todo lo alto

Jordi Gabaldà, chef de L’Immoral Sandwich Club, durante la entrega del premio

Jordi Gabaldà, chef de L’Immoral Sandwich Club, durante la entrega del premio


CULTURA DEL SÁNDWICH 

A pesar de que ha explicado su situación actual recientemente, Gabaldà ya se adentró en el reto del Madrid Fusion en plena recuperación de lo que parecía ser un absceso cerebral. 

Pese a ello, consiguió conquistar al jurado y ganar al concurso con su voluntad de reforzar "la cultura del sándwich y la reinvención de los bocatas".

DIFICULTADES

Otra de las dificultades a las que se enfrentaron en L'immoral es que, antes de ganar el concurso, se quedaron sin un establecimiento estable en el que servir sus bocadillos. 

La clausura del local –que era un espacio pequeño inspirado puramente en el estilo street food– vino por el diagnóstico del hipotético absceso y, a la vez, por problemas económicos con el alquiler en plena crisis del coronavirus, que afectó plenamente a la restauración.

Otras de las propuestas del Street Food que impulsa L'immoral / L'IMMORAL

Otras de las propuestas del Street Food que impulsa L'immoral / L'IMMORAL


SOLO 'DELIVERY'

Por ello, decidieron apostar por el delivery en colaboración con algunos restaurantes de Sabadell, donde inicialmente empezó su proyecto.

Actualmente, según ha informado l'Immoral en su comunicado oficial en redes, estaban a punto de cerrar un trato para expandir sus bocadillos por "las Españas", y el diagnóstico médico ha roto el proceso

EL SECRETO DEL BOCADILLO

Pese a tener diferentes propuestas en su menú –todas ellas se enmarcan en su concepto de Street food–, el Fine Pastrami (el bocadillo ganador) es su gran reclamo. Es un sándwich "de construcción fácil" que triunfo porque, pese a sus múltiples ingredientes, "ninguno pisa a otro". 

El manjar lleva ventresca de atún rojo ahumado, mostaza artesanal, champiñón portobello, calabacín, col china, espárrago blanco, mantequilla ahumada, salsa teriyaky y quesos cheddar y emmental, y se sirve dentro de una hogaza de cerveza y cereal.

Ternera y salmón frescos, algunos de los ingredientes claves de l'Immoral / L'IMMORAL

Ternera y salmón frescos, algunos de los ingredientes claves de l'Immoral / L'IMMORAL


AGRADECIMIENTO

Además del atún, el chef también utiliza otros productos como la ternera o el salmón, y asegura que siempre confía en los ingredientes de calidad. Para Gabaldà, la clave de su éxito es "tanto la honestidad con la que está hecho como la materia prima de excelente calidad".

En su comunicado en el que ha anunciado su parón, Jordi ha agradecido a todos los clientes y a los locales con los que ha colaborado el gran apoyo recibido. Después de llevar "siete años haciendo bocadillos", Gabaldà espera regresar pisando fuerte con su proyecto propio.

"L'immoral será un auténtico culto al bocadillo. De esto ha ido siempre el tema. De salivar, de mancharse las manos, de hacerse polvo", ha escrito el chef en su comunicado.