La sala de los espejos en el museo Big Fun / PAULA BALDRICH

"La sala de los espejos" en el museo Big Fun / PAULA BALDRICH

Vivir en Barcelona

Big Fun Museo de Barcelona: un plan para niños (o sentirse como tal)

Un espacio donde la fantasía convierte lo imposible en real

4 octubre, 2020 16:27

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Caminar por el techo de una habitación, conocer a las flores gigantes parlantes del País de las Maravillas o sentarte a descansar en una cuchara gigante son algunas de las experiencias que solo son posibles en Big Fun Museo de Barcelona. Las instalaciones de este recinto (La Rambla, 88, abierto de lunes a domingo de 10.00 a 22.00 horas) y del Museo de las Ilusiones sumergen al visitante en un mundo mágico y a la vez real.

La única premisa que se pide para disfrutar de este museo es dejarse llevar por la imaginación y la fantasía, y participar de sus propuestas con los ojos de un niño. Y al terminar la visita, relajarse en la zona de descanso. Los más pequeños, pueden sumergirse mientras tanto, en su piscina de bolas.

ILUSIONES ÓPTICAS

Las pinturas 3D del Museo de las Ilusiones, realizadas a mano por los mejores artistas de Barcelona, parecen cobrar vida cuando alguien se acerca a ellas. Pero esa no será la única ilusión óptica que se puede vivir en el museo: La Casa del Revés desafía todas las leyes físicas y permite a los visitantes sentarse en una lámpara o desayunar en una mesa que cuelga boca abajo del techo.

Por supuesto, no podía faltar en esta sensación de ilusión óptica el famoso laberinto de espejos del País de las Maravillas. Los que se atrevan a entrar en este universo creado por Lewis Carroll podrán interactuar con sus personajes: mantener una conversación con las flores parlantes o jugar una partida de ajedrez con la Reina de Corazones.

¿GOLOSOS U OSADOS?

Los más foodies tienen dos espacios en Big Fun Museo especialmente pensados para ellos. El Sweet Museo es un mundo lleno de nubes y algodones de azúcar, donde es posible pasear entre donuts y gominolas gigantes. Por otro lado, el Food Art es una galería de arte compuesta por cuadros realizados con motivos gastronómicos.

Los que quieran vivir emociones más fuertes y terroríficas pueden adentrarse en el Museo de la Locura, donde conocerán las técnicas extremas psiquiátricas más famosas que se han ido aplicando a los pacientes a lo largo del tiempo.