Un barcelonés bailando una canción en su tejado durante la cuarentena / BMAGAZINE

Un barcelonés bailando una canción en su tejado durante la cuarentena / BMAGAZINE

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VÍDEO: De Bruno Mars a Melody, los barceloneses lo bailan todo en la cuarentena

El confinamiento comienza a afectar a los vecinos de la capital catalana, que mitigan el aburrimiento echándose unos bailes

7 abril, 2020 00:00

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Los días de confinamiento comienzan a pesar. La gran mayoría de los ciudadanos de Barcelona llevan demasiado tiempo encerrados en sus domicilios, y la imaginación para combatir el aburrimiento comienza a escasear. 

El no saber qué hacer, la monotonía y el pasar demasiado tiempo en familia ha hecho que muchos precisen de un buen baile para descargar la tensión que llevan acumulada. Dicen que la música amansa a las fieras, y los barceloneses lo han comprobado en sus propias carnes. 

La cuenta de Instagram Barcelona Creatures, encargada de recopilar los momentos más absurdos que se viven a diario en la capital catalana, y capitaneada por un joven de 23 años que entrevistó este medio, ha difundido algunos de los mejores bailes en las azoteas y las calles más vacías de Barcelona.

TODO TIPO DE MÚSICA 

En el vídeo recopilado por BMagazine se puede ver como algunos barceloneses disfrutan de la música en plena cuarentena. Al ritmo de Uptown Funk, de Mark Ronson y Bruno Mars; agitando los brazos con El Baile del Gorila, de Melody o viviendo el momento más ardiente de Fuego de Eleni Foureira, los habitantes de Barcelona lo han dado todo moviendo sus cuerpos y disfrutando de la melodía. 

Otros, sin embargo, no han necesitado el sonido de la música para dejarse ir y bailar como si no hubiera un mañana. Tal como se puede ver en el vídeo lo pasan bien contoneándose a su aire y desagarrotando los músculos entumecidos de pasar tantos días confinados. 

OTRAS LOCURAS DEL CONFINAMIENTO EN BARCELONA

Estas no son las imágenes más surrealistas del confinamiento en Barcelona. Desde que se decretó la cuarentena los balcones de los barceloneses han sido testigos de conciertos improvisados, emotivos homenajes, festivales de electrónica, recitales de ópera, torneos de pádel o interpretaciones musicales de lo más tiernas.