Crisis en 21 Buttons: "Las cajas de influencers son un auténtico 'fake'"

21 Buttons se encuentra en uno de sus peores momentos. La startup barcelonesa fundada en el 2015 por Marc Soler y Jaime Farrés, que triunfó por desarrollar una plataforma para compartir imágenes de moda y enlazar con la tienda online de las marcas, ha cometido imperdonables fallos en sus envíos mensuales. 

Desde hace un tiempo, la aplicación optó por expandir su idea de negocio y dar la posibilidad a sus clientes de recibir cajas personalizadas por sus influencers favoritas. Estas, que incluyen los productos escogidos personalmente por cada una de las expertas en redes sociales, funcionaban de maravilla, pero este mes el resultado ha sido catastrófico. 

Algunas de las opciones de cajas personalizadas por influencers que ofrece 21 Buttons en su web / 21 BUTTONS

PRODUCTOS FALSOS Y DE MALA CALIDAD

De forma mensual las creadoras de contenido escogen entre 3 y 5 productos valorados entre 65 y 85 euros que 21 Buttons ofrece comprar por 48 euros a través de una suscripción. Para la caja del mes de enero, Laura Escanes quiso incluir unas diademas de terciopelo, pero muchas de las suscriptoras recibieron una versión cutre y mal hecha que no se asemejaba a la que ella misma había anunciado en sus redes sociales y que tampoco coincidía con la marca escogida por la influencer. Por su parte, las seguidoras de las cajas de Aretha Fusté quedaron decepcionadas al recibir unas botas de otra firma mucho más barata que no tenían nada que ver con las que prometía la instagramer de Gavà. 

Ante la brutal decepción de sus seguidores, las dos creadoras de contenido han tenido que dar la cara y pedir perdón públicamente por el tremendo error. Sin entender muy bien que había ocurrido con la organización de los productos, tanto Aretha como Laura se han sentido defraudadas con la startup y han reclamado una actuación inmediata para solventar el problema. 

¿UNA SUCIA ARTIMAÑA?

21 Buttons también ha pedido disculpas a través de su perfil de Instagram y ha asegurado que los errores se remendarán sin problema, e incluso se realizarán reintegros a quién así lo vea conveniente. Este inmenso fallo ha hecho que la startup pierda credibilidad. La aplicación se encarga de la realización de las cajas, por lo que colar productos más económicos y de un género deplorable podría ser una artimaña de la propia dirección.

21 Buttons no tiene buenos resultados económicos. El pasado mes de octubre la startup de moda presentó un ERE para despedir a 57 trabajadores de su sede de Barcelona. Un número de despidos elevadísimo para una empresa de su tamaño. 

Capturas de pantalla de algunas de las quejas por las cajas de influencer de 21 Buttons / INSTAGRAM

Capturas de pantalla de algunas de las quejas por las cajas de influencer de 21 Buttons / INSTAGRAM

LAS REDES ARDEN EN SU CONTRA

"Tenéis un servicio que deja mucho que desear, ¡no contestáis mails! Las cajas de las influencers son un autentico fake y no es culpa de ellos...", argumentaba una usuaria de Instagram en una publicación de 21 Buttons. "Me ha llegado la caja de enero de Aretha la Galleta con unas botas falsas (con olor a plástico y acabados muy malos) que en internet están por 25 euros... ¿alguna explicación? A más chicas les está llegando material falso o defectuoso y nadie dice nada", decía muy enfadada otra chica.

"Las botas militares de la caja de enero de Aretha no son de la marca Northfields Brand, son de una pésima calidad de Martin Pescatore que nada tiene que ver con las supuestamente reales. ¡Menuda estafa! Devolvernos el dinero", exigía otra usuaria, y así cientos de comentarios han inundado las publicaciones de la página de Instagram de la startup. 

La aplicación de moda no ha contestado a los requerimientos informativos de este medio, que ha intentado ponerse en contacto en distintas ocasiones con algún portavoz para pedir explicaciones sobre la polémica. Tampoco contesta a los correos de cientos de afectados, que han hecho públicas sus quejas en las redes sociales. Los usuarios de las aplicaciones no perdonan, por lo que el error de las cajas podría desencadenar en el deblacle definitivo para la empresa barcelonesa.