Javier Bordas junto al exblaugrana Hristo Stoichkov / FCB

Javier Bordas junto al exblaugrana Hristo Stoichkov / FCB

Vivir en Barcelona

Javier Bordas, el virrey de la noche barcelonesa

El directivo del Barça y su hermano Ramon son propietarios de un imperio de empresas de ocio nocturno con ingresos millonarios y problemas con Hacienda

12 mayo, 2017 13:55

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Si hay un directivo del Barça que sepa sacar rentabilidad a sus negocios ese es Javier Bordas, responsable del primer equipo del club. Junto a su hermano Ramon llevan el Grupo Costa Este, que controla algunos de los clubs nocturnos y restaurantes con más éxito de la ciudad como Pachá Barcelona, Opium, Bling Bling, Nuba o los restaurantes Cachitos de Diagonal y la Rambla Catalunya. Todos, negocios de referencia y con gran caché entre turistas y gente de posibles. La cara negativa, sus problemas con Hacienda.

Pero más allá de la gran visión comercial de los hermanos Bordas, destaca también la capacidad que tienen para rentabilizar negocios que empiezan prácticamente sin nada. Según datos del Registro Mercantil de Barcelona, el directivo blaugrana es administrador de una decena de empresas, algunas de las cuales facturan cantidades que rondaban el millón de euros y la mayoría se crearon con un capital inicial inferior a 20.000 euros.

NÚMEROS IMPRESIONANTES

Estos son algunos ejemplos de la magia empresarial de los Bordas: la empresa Terraza Maremagnum, S.L. se constituyó con un capital social de 3.000 euros y en 2015 (último año con datos disponibles en el registro) facturó más de 920.000 euros; con la misma cantidad, Vertice Real Estate S.L. logró ingresar casi 830.000 euros; mientras que Ocio Management, S.L. se creó con 19.000 euros y movió 1,33 millones de euros. Nada mal.

Entrada de Pachá Barcelona, en el paseo Marítimo / PACHÁ BARCELONA

Entrada de Pachá Barcelona, en el paseo Marítimo / PACHÁ BARCELONA

Otros casos de éxito del Grupo Costa Este son las sociedades Cachitos Ramblas, S.L., que facturó 3,2 millones de euros en 2015 con un capital social de 3.000 euros y Nuba Lounge S.L., que con exactamente el mismo montante inicial ya logra ingresar 3,1 millones de euros. Igual de lucrativo, aunque algo menos impresionante, es el caso de Bling Bling, S.L., que también se mueve alrededor de los 3,2 millones de ingresos, pero se creó con un capital inicial de 300.000 euros.

PROBLEMAS CON HACIENDA

A pesar de la buena marcha de sus negocios, en el último año los hermanos Bordas han tenido algunos quebraderos de cabeza. El pasado mes de octubre salió a la luz que Hacienda estaba investigando al Grupo Costa Este por presunto fraude y que iba a pedir una multa de entre dos y tres millones de euros, según informó entonces Crónica Global. Como los impagos de cuotas eran superiores a 120.000 euros, es muy posible que haya petición de cárcel, aunque los empresarios se mostraron tranquilos en todo momento.

Una de las discrepancias entre los Bordas y la Agencia Tributaria es el IVA a aplicar a las copas. Según los empresarios, este debería ser del 10% porque muchos de sus locales incluyen restaurante y, por lo tanto, el tipo debe ser el mismo que para estos, mientras que Hacienda considera que las copas deberían tributar al 21% porque son discotecas. En 2015 ya hubo polémica con este tema cuando se supo que la discoteca Opium Barcelona, propiedad del Grupo Costa Este, vendía las copas al 10% mientras su competencia lo hacía al 21%, tal y como avanzó Economía Digital.

En 2016 tanto los Bordas como los propietarios de otros clubs del paseo Marítim recibieron una advertencia por parte de los técnicos municipales para que dejaran de utilizar las terrazas de sus locales como una prolongación de las discotecas, lo que generaba cierto malestar. Durante años, las discotecas del paseo usaron los veladores como una parte de la pista de baila y la música se escuchaba a hasta altas horas de la madrugada. En junio, el Ayuntamiento decidió poner coto a estas prácticas y exigió a las discotecas que cumplieran con la normativa vigente (cerrar las terrazas a les tres de la madrugada), algo que estas aceptaron a regañadientes a pesar de que les suponía una merma de sus ingresos.