Este lunes 23 de octubre, a mediodía, se celebró un acto de la Comisión Independiente para el diálogo, la mediación y la conciliación, que busca una salida al contencioso entre los gobiernos de Cataluña y España a raíz de la voluntad de proclamar la independencia del primero. El acto se celebró en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona, con la sala a rebosar de público y una presencia considerable de periodistas y cámaras de televisión por doquier.

Esa tarde, en el local de Casa Amèrica Catalunya, el analista de conflictos y procesos de paz Vicenç Fisas presentó su libro “La conspiración catalana para la paz en Colombia”. La sala donde se realizó la presentación contó con una aceptable presencia de público y con la ausencia total de periodistas destinados a informar de la misma.

Fisas ha dedicado más de veinte años de su vida a contribuir a la consecución de la paz en Colombia. Y sólo cuando se ha alcanzado el acuerdo entre el gobierno de aquel país y la guerrilla de las FARC para el cese de las hostilidades se ha decidido a contar detalles y secretos de su labor. Una labor que no ha sido sólo suya, claro. En la presentación participó Julián Artacho, uno de los muchos catalanes que han dedicado años de su vida a ayudar a la pacificación colombiana.

La Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona fue el instrumento que permitió a Fisas crear un reducido grupo de personas dedicado a esa labor. Funcionó con normalidad y prudencia hasta 2013 porque el gobierno de Artur Mas le retiró la ayuda económica que había ido recibiendo hasta entonces. No era una fortuna. Simplemente el dinero justo para pagar unos cuantos salarios nada desorbitados y los desplazamientos necesarios a Colombia.

La fase final de su labor tuvo que realizarla Fisas casi en solitario. Pero no cejó en el empeño y tanto el gobierno colombiano como la guerrilla de las FARC le invitaron al acto multitudinario de celebración del acuerdo final entre ambos que tuvo lugar en Cartagena de Indias.

La forma de identificar a los partidarios de la paz fue vestir de blanco. La misma idea que asumieron quienes hace unos días se plantaron entre los ayuntamientos catalanes y de media España para que los gobiernos de Cataluña y España se sienten a dialogar y pongan paz y tranquilidad donde ahora hay tensión y zozobra.

El ex-presidente uruguayo José Mújica escribe en la introducció de “La conspiración catalana para la paz en Colombia”: “Se le da valor a la paz cuando se ha perdido”.

Ojalá no haya que pasar por ese trance.