Presidente de el Centro Peruano de Barcelona, Tito Acedo / HUGO FERNÁNDEZ

Presidente de el Centro Peruano de Barcelona, Tito Acedo / HUGO FERNÁNDEZ

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"Hay que cambiar el modelo, no enviar material sanitario a Perú"

El interés académico y la subsistencia son los motivos de emigrar a Barcelona

11 abril, 2018 20:13

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Las personas peruanas y barcelonesas no son una especie a parte. Llegaron a Barcelona en los años 60’ y en 2018, hay una divergencia social entre peruanos y entre locales de varias y peruanos de segunda generación. “Ofrecen servicios y contribuyen con sus impuestos trabajando”, explica Tito Acedo, presidente del Centro Peruano de Barcelona. Acedo nació en Piura, creció en Trujillo, Chimbote y Lima, donde se matriculó para estudiar medicina en la Universidad de San Marcos.

Pasado un tiempo, se subió a un barco y decidió llegar a Barcelona, donde terminó sus estudios de medicina. Médico del Consorcio Sanitari Integral Moisès Broggi y con una consulta personal, dedica todo su empeño a reactivar el Centro Peruano de Barcelona y a transformar el modelo sanitario de Perú. “No se trata de mandar material sanitario con un proyecto de cooperación, que es muy costoso y apenas cambia la atención sanitaria allá, si no, de cambiar la opinión que hay sobre la atención pública sanitaria”, aclara Acedo. Él mismo se declara un “defensor de la sanidad pública como la que ofrece Barcelona”. Ha defendido este modelo contra el sistema sanitario americano (privado) hasta en Okinawa, Japón.

Acedo explica que la emigración peruana ha cambiado desde que él llegó a Barcelona. En la década de los 60’, los jóvenes de familias provincianas de clase media aspiraban a estudiar en la Universidad de San Marcos de Lima, si no tenían la opción de marchar a Buenos Aires o a España. Decenas de estudiantes llegaron en barco y se repartieron por diversas universidades de la península como la de Zaragoza, Sevilla, Madrid o Barcelona. En su caso, Acedo llegó en avión hasta Barcelona en 1994 donde reside hasta hoy. 

En los años 90’, el gobierno rígido de Alan García sumió al país en su máxima inflación y la ola migratoria hacia España lo hizo con el objetivo de trabajar para salir adelante, a sabiendas de que las condiciones laborales no eran tan importantes como mantener su residencia en el país de acogida.

La última ola de emigrantes procedentes de Perú se ha dado a partir del nuevo siglo. Los años 2000 han marcado un antes y un después en la idea de migraciones originales del país andino. Acedo aclara que los últimos peruanos en llegar a Barcelona son jóvenes con estudios superiores que han elegido la capital catalana para realizar posgrados o algún máster especializado. Lo mismo ocurre, poco a poco, con los hijos de la primera y segunda ola de migrantes: algunos han decidido continuar con estudios superiores y otros ya forman parte del mundo laboral.

Éstos últimos están más despegados de las actividades que organiza el Centro Peruano de Barcelona, el cual conserva cuatro acontecimientos anuales desde que abrió en 1963.

El aniversario de la Universidad de San Marcos, el Día de la Madre, el 28 de julio que da inicio a la semana de Perú y la Navidad.

Algunos años, el Centro Peruano de Barcelona ha participado en la rúa de carnaval de Barcelona y en las Festes de la Mercè pero ahora, el ritmo de la actividad es mucho más sosegado e intentar reactivar su existencia con un servicio gratuito de asistencia jurídica, sobretodo, para temas de herencia localizados en Perú y otro de atención psicológica. También quieren poner en valor la gastronomía peruana, “que un ceviche o una pachamanca formen parte de un menú local”, explica Acedo. “La fusión gastronómica de Perú entre la comida criolla y japonesa ha logrado una categoría internacional que no conoce la gente de a pie”, asegura Acedo.

En 2018, el Centro Peruano de Barcelona no abandona la batalla de cambiar el pensamiento de los ciudadanos peruanos que, desde el país latinoamericano, no apuestan por un modelo universal y público como el español; seguirá dando la bienvenida a grandes referentes culturales como lo hizo con Vargas Llosa, por ejemplo y se ha propuesto trabajar con un enfoque femenino, dando protagonismo a las mujeres peruanas que aportan su talento a la sociedad y están ‘invisibilizadas’.

El Centro Peruano de Barcelona es la entidad latinoamericana radicada en Catalunya de mayor antigüedad. Desde sus inicios, forma parte del conglomerado de entidades que trabajan la diversidad social en la ciudad.