Edificios desalojas en la calle Llull, entre Roc Boronat i Llacuna / PABLO ALEGRE

Edificios desalojas en la calle Llull, entre Roc Boronat i Llacuna / PABLO ALEGRE

Sant Martí

Dos grietas amenazan las viviendas de 19 familias de la Llacuna

En total, 32 personas han sido desalojadas por precaución y la mayoría se quedará en casa de amigos o familiares

15 marzo, 2017 13:11

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Tres edificios de la calle Llull (del barrio de la Llacuna) han sido desalojados este miércoles por la mañana por posible riesgo de desplome. Según han explicado a Metrópoli Abierta fuentes del Ayuntamiento, los Bomberos de Barcelona han desalojado al menos 19 viviendas. En total, 32 personas se han visto afectadas, de las que 27 se alojarán en casas de amigos y familiares y cinco han pedido asistencia al Servicio de Urgencias y Emergencias Sociales.

La alerta la ha dado un albañil que iba a realizar unas tareas de mantenimiento en las cañerías del número 155 de la calle Llull, sobre las 10:30 de la mañana. El jefe de los Bomberos de Barcelona, Ángel López, ha afirmado que han aparecido dos grietas horizontales en las paredes del subterráneo, una a cada lado, y en una de ellas se podía incluso introducir la mano. También se ha hundido unos 30 centímetros el suelo. 

Ante la aparición de grietas en el subterráneo del edificio, situado entre Roc Boronat y Llacuna, los bomberos han optado por evacuarlo y por precaución han desalojado también los números 153 y 157. El consistorio ha explicado que se han parado de forma preventiva las obras de dos hoteleles situados justo enfrente de los edificios afectados, aunque no está confirmado que sean la causa de las grietas. 

Por ahora la prioridad es determinar el estado de la estructura de los edificios evacuados. Para ello han contactado con un estudio de arquitectura especializado en estructuras. El informe se realizará este jueves por la mañana y, posteriormente, se informará a los vecinos de las primeras conclusiones, aunque, según ha reconocido Marc Andreu, Consejero Técnico del distrito, no saben cuánto tiempo se demorará el resultado final del mismo.

Los bomberos han optado por desalojar el edificio afectado y los tres colindantes, pero no han realizado labores de apuntalamiento de la estructura, "por las condiciones concretas, pues el terreno ha bajado", según el jefe de los Bomberos de Barcelona, Ángel López, quien ha señalado que confía en que el edificio no se hunda.

Mientras tanto, los vecinos desalojados deberán pasar tres días fuera de sus viviendas, según establece el protocolo municipal para este tipo de situaciones. El Ayuntamiento les ha ofrecido hospedaje en el Centro de Urgencias y Emergencias sociales de la ciudad, que, casualmente, se encuentra en la misma manzana en la que se están construyendo los hoteles. Algunos vecinos han podido acceder a su vivienda, acompañados por técnicos de seguridad, para recuperar pertenencias que necesitaban.

Hasta el lugar de los hechos se han desplazado unidades de los Bomberos de Barcelona, los Mossos d'Esquadra y Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), aunque pasado el mediodía sólo quedaban agentes policiales custodiando el edificio, para evitar que nadie puediera entrar sin consentimiento, pues las viviendas están cercadas por una cinta de plástico.

LAS QUEJAS DE LOS VECINOS

Por su parte, vecinos de Poblenou han informado a través de las redes sociales que las obras de los hoteles habían sido denunciadas en varias ocasiones ante el Ayuntamiento de Barcelona pero que, aun así, los técnicos municipales habían dado el visto bueno. Es más, las obras se habían parado ya dos veces por las reclamacioes vecinales, los cuales denunciaban que notaban temblores en sus viviendas.

Las quejas vecinales se iniciaron en agosto de 2016, cuando empezó la construcción de los hoteles, que hicieron cambiar el sistema constructivo, según ha declarado a Metrópoli Abierta Pep García Puga, gerente del distrito de Sant Martí. 

Esta tarde se ha convocado a través de Twitter una concentración y una asamblea abierta a las 19:30 horas en la confluencia entre las calles Llull y Llacuna. El objetivo es mostrar el rechazo vecinal por las obras de los hoteles y exigir su paralización.